@acastelloes me ha pasado una noticia realmente interesante: una de las propuestas de Intel para el año que viene pretende fusionar el formato ultrabook con el formato tabletPC.

Vaya por delante que me ha tentado llamarlos «ultratablets», pero me ha frenado mi rechazo a un término marketiniano, los «ultrabooks». Y ello pese a que si bien considero al ultrabook como básicamente pijería («mira qué delgado es»), en estos nuevos convertibles cobra todo el sentido: se dispondría de equipos muy ligeros y manejables que, como los tablet PC con bisagra giratoria «de toda la vida», se podrían colocar en modo tablet.

Sólo que esta vez sería un dispositivo mucho más usable para los que no somos aficionados a la halterofilia. Diría que un peso de 1100 gramos para un dispositivo con pantalla de 11 pulgadas es aceptable, sobre todo si estás sentado o apoyado en alguna mesa.

Queda por ver si van a incorporar lápiz, aunque me temo que sólo lo harán los de gama alta. Intel ha hecho los deberes y se ha dado cuenta de que uno de los factores que provocaron el límite tan bajo a las ventas de los tablet PC ha sido hasta ahora su precio. Y sí, vale, todos sabemos que WACOM está dirigida por aragoneses, porque manda eggs que en 8 años sigan en su testarudez de no bajar los precios de las matrices necesarias para que los lápices funcionen. Por otra parte si ATMEL mantiene el precio bajo control de su maXStylus, es posible que para 2013 el lápiz alcance una aceptación más generalizada… a costa de que WACOM quedara relegado a la irrelevancia.

Pero vaya, Intel está apostando de firme por la aceptación de estos nuevos equipos, y parece que va a apretar el acelerador para alcanzar un gran volumen de producción y bajar los precios

We all know Intel is “all in” about bringing Ultrabooks to mainstream. They even announced the Ultrabook fund of $300 million to bring down the cost of Ultrabooks that would enable volume shipments. At an Intel conference yesterday, CEO Paul Otellini said that Touch based Ultrabooks based on Windows 8 will be a main focus for Intel next year.

En cualquier caso, además del atractivo principal que es el precio, hay otra serie de detalles interesantes: encendido y despertar rápidos, potencia adecuada, buena autonomía (veremos si mayor de seis horas, porque el peso y las dimensiones dejan un espacio limitado para las baterías). De cara a las empresas, también puede diferenciar a estos equipos una buena provisión de funcionalidades de seguridad.

En cualquier caso, se nota que es una respuesta a los tabletos: la forma de venderlo es «uso completo del teclado, uso completo de la pantalla táctil». Por supuesto que serán más caros que los tabletos (de los tabletos que se vendan, quiero decir), pero ofrecerán mucho más que los tabletos: un sistema operativo de escritorio, con aplicaciones completas (desde el navegador completo hasta las aplicaciones específicas para cada tarea), compatibilidad con la totalidad de los periféricos diseñados para PC…

So pena que les salga mal (y se juegan mucho, con lo fuerte que está pegando ARM), parece claro que estos equipos son la apuesta por frenar en seco las veleidades tabletoantes en las empresas. Los equipos con ARM quedarían concentrados en el consumo de contenidos y en el trabajo ligero (aunque está por ver cómo se desenvuelven con Windows 8 y también con Linux), mientras que estos nuevos equipos podrían ser el equipo principal de trabajadores en movilidad.

No hay que olvidar que los markets son aceptables para (algunos) usuarios finales, pero para las empresas no es el mismo cuento: en muchísimos casos necesitan trabajar con aplicaciones heredadas, y en no pocos tienen que desarrollar o comprar aplicaciones locales que no van a pasar por ningún market. De hecho, a partir de este ejemplo se me ocurre que la imitación de las políticas perniciosas de Apple respecto a pasar por el aro del Appstore puede ser perjudicial para microsoft: si ya de por sí las empresas no se van a lanzar como locas a Windows 8 con ARM (y menos con la que está cayendo), pasar por el aro de un market sería un freno definitivo para la adopción en no pocas empresas. Esperemos que hagan como Google y dejen abierta la puerta a instalar aplicaciones «ajenas al market».

Y termino con algo que me cabrea levemente: parece que los repositorios de aplicaciones comerciales los ha inventado Apple y popularizado Google. Como siempre, vaya, que la patente de corso innovador ya sabemos quien la tiene según los periolistos y algunos blogueros. Lo que me cabrea de esto es que los repositorios en Linux llevan 12 años más, con las mismas condiciones de seguridad y sencillez de uso. Pero como las ap-ps están de moda y sirven para hacer ostentación del tableto, generando situaciones públicas para sacarlo a pasear («mira, te voy a pasar esa app de la que te hablé»), el público luser (y hasta no tan luser) está obnubilado por las ap-ps y los markets y zocos varios, hasta el punto de que Microsoft acusa la presión, como la tienen que acusar los pobres profesionales de los departamentos de IT cuando el jefecillo o el jefazo les vienen a dar la brasa con todas estas novedades.