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Samsung ha presentado los más avanzados adelantos con los que librar las guerras tecnológicas del mañana. Un salto cualitativo considerable, si lo comparamos con lo que disponemos ahora. Poco es lo que sabemos, pero con los datos oficiales que tenemos no podemos menos que preguntarnos: ¿en que estarán pensando en Samsung? ¿Que jaula será la que contendrá semejante bestia?
Hace unos días Samsung presentó su nuevo chipset Exynos 5250 en funcionamiento. En su interior podemos encontrar el primer sistema multinúcleo de Samsung de la nueva generación Cortex, y para ser el primero, no esta nada mal. ¡Puede tener de dos a cuatro núcleos Cortex-A15 funcionando a 2GHz! El Cortex-A15 supera en mucho la potencia de la generación actual, el Cortex-A9. No solo es más potente, sino que consume menos, alargando la duración de la batería. Esto es posible gracias a los procesos de fabricación de 32 nanómetros, en contraste con los 45 nanómetros que se montan ahora, como en la nVidia Tegra 3 o en el Transformer Prime. Esta reducción permite un ahorro (en según que tareas) del 40%. En la presentación se le vio moviendo una pantalla de 11.6 pulgadas, a una resolucíon brutal de 2,560 x 1,600 pixels.
Exynos 5250
Este SoC para los gráficos cuenta con la APU Mali T-604, que quintuplica la potencia del Mali T-400, incorporado en el Samsung Galaxy II.
¡Pero no se vayan todavía, que aun hay más!
Recientemente Samsung ha comprado la licencia del Mali-T658, la APU ARM más poderosa que existe. ¡Decuplica al Mail-T400! Nada le impide, en teoría, combinar el Cortex-A15 con el Mali-T658.
Ahora viene la pregunta: ¿para que quiere Samsung un arsenal con tanta potencia? Para un móvil, como el futuro Galaxy III no. ¡Sería como ponerle Napalm a un mechero! (Aunque llegará el día en que los teléfonos tendrán tanta potencia, pero aún me parece pronto).
Con casi toda seguridad, sería para una tableta, y me atrevería a aventurar que con Windows 8. ¿En que me baso?
Hace algunos meses, Uhm Kyu Ho, responsable de ventas de la división PC de Samsung, anunció mediante una entrevista a Bloomberg que a partir de la segunda mitad de este año, sacarían una tableta con Windows 8. Aunque no lo dijo a las claras, seguramente se trataría de la versión actualizada del Samsung 700T Serie 7, que ya vimos durante la conferencia Build de Septiembre corriendo la Windows 8 Developer Preview. Esta maquina no es moco de pavo. Cuenta con una pantalla de 11,6 pulgadas, resolución de 1.366 x 768, procesador Intel Core i5 de segunda generación y 4 GB de RAM.
Pero como su antecesora, estará orientada al sector profesional.
Por otra parte, los avances de Windows 8 en ARM son muy buenos, y al menos en X86 ha demostrado que es capaz de manejar 8 núcleos a la vez. También sabemos que Windows 8 está siendo diseñado para aprovechar las ventajas energéticas de los SoC,s.
Tendría mucho sentido que Samsung sacase una Wintablet X86 para el sector profesional, con sus aplicaciones, etc., y una variante ARM para el resto, o la gente que quiera una tableta pero que no le sea imprescindible en su puesto de trabajo.
Por supuesto, seria una maquina muy potente, donde Windows 8 se sentiría a gusto.
Sea como fuere. y aunque semejante cosa la sacasen solo para Android (tal vez lo más normal), es una buena noticia que Samsung decida sacar Wintablets, sean de la arquitectura que sean. Esto daría a Windows 8 acceso a la tecnología de Samsung, impresionante en campos, como por ejemplo, de las pantallas, que son de exquisita calidad.
Tiempo al tiempo…
8 Comentarios
Mirando en la wikipedia me encuentro con que se supone que ya hay un Exynos con la Mali658 planeado, el Exynos 5450 (http://en.wikipedia.org/wiki/Exynos): 2GHz y cuatro núcleos para este año. Nada mal ¿no?.
Me temo que el camino de los ARM cada vez más bestias es una necesidad para sobrevivir a medio plazo: con Windows 8 se podrá comparar la potencia de los x86 frente a los ARM usando el mismo software, aunque en principio sea sólo en tablets.
Windows 8 puede dejar en evidencia lo mucho que le falta a ARM para alcanzar los mercados de laptops y desktop: en el primero la autonomía sigue siendo un factor importante, pero la potencia también y, en el segundo, la potencia es lo que prima.
Será una comparación bastante dura, por mucho que se optimicen las versiones de software para ARM: además de que los sistemas x86 tienden a tener mucha más RAM que los ARM, que por lo que veo no superan 1 GB de RAM, los micros no están pensados para lo mismo.
Los ARM consumen menos, cierto, mucho menos, pero en potencia no pueden compararse con los x86 de gamas media/alta modernos: en comparativas que vi, Tegra 3 sólo se podía comprar con un Core Duo de los viejos.
Creo que los wintablet x86 ganarán sobradamente la batalla de la potencia, aunque no la de la autonomía: de ahí que los fabricantes de ARM busquen aumentar la potencia a toda costa, añadiendo más núcleos y ciclos de reloj.
Y que ARM no logre dar el salto a laptops y desktop puede suponer que, a medio plazo, si el sector de smartphones y tablets se estanca o pierde volumen, puede suponer que los fabricantes pierdan confianza en la plataforma y se ralentice su evolución.
Estoy completamente de acuerdo con lo que dice Quique, tanto x86 como ARM tienen su sitio. Es indiscutible que x86 seguirá reinando en sistemas de escritorio y portátiles de altas prestaciones, mientras que ARM hará lo propio en teléfonos y, probablemente, seguirá haciéndolo también en tabletas.
Creo que principal campo de batalla para ambas arquitecturas en estos próximos años estará en el mercado de las tabletas y en el de los ultrabooks. En el primero, sigo sin ver del todo clara la utilidad de x86 en una tableta. Un sistema que mejore claramente las prestaciones y la potencia de, por ejemplo, un Atom actual, requerirá un consumo de energía mayor y eso repercutirá negativamente tanto en el peso como en la autonomía. No olvidemos que ya hay tabletas con autonomía superior a las 10 horas, y falta mucho antes de que se pueda tener eso en una tableta con x86, sobre todo si es medianamente potente, a la altura de un Core i3 como mínimo.
En el caso de los ultrabooks, habrá sistemas con chips ARM y Windows 8 destinados a usuarios con necesidad de una gran autonomía, aunque eso repercutirá en su potencia y serán poco más que wintablets ARM con teclado. De hecho, es probable que en su mayoría serán sistemas mixtos de tableta con teclado extraíble, como el Asus Transformer o los wintablets que ya están anunciados, que en muchos casos están destinados a un nicho de mercado similar al de los ultrabooks.
Por lo que he leído ayer, parece ser que las aplicaciones de escritorio para WOR (Windows on ARM) apenas si serán las cuatro básicas que Microsoft ofrezca y, sospecho que estas lo son porque no han tenido tiempo de pasarlas a Metro o porque les ha parecido oportunista mantenerlas así para justificar que hay «escritorio» en WOR.
Windows 8 para ARM era la gran apuesta para que los sistemas ARM (con su eficiencia energética) pudiesen alcanzar el escritorio, y al final, parece que se queda en nada.
Así que sí, de momento parece que ARM seguirá en smartphones y tablets, quedando x86 para laptop y desktop: acertasteis.
Lo de que Windows 8 para ARM pueda resultar útil en ultrabooks no lo veo tan claro: después de la aclaración de lo limitado de la experiencia «desktop» en WOR, imagino que sólo si la pantalla del ultrabook es táctil tendrá algún sentido, por la posibilidad de usar Metro en condiciones.
Microsoft promete que Metro se podrá utilizar perfectamente con mouse y teclado. La pantalla táctil no es un requisito.
Respecto a Windows 8 ARM, creo que nunca estuvo en las intenciones que fuera más allá de las tablet en esta primera etapa. Quizás, si tiene éxito, comienzan a expandirlo a otros diseños, pero en un principio creo que se concentrarán en las tablet y las tablet híbridas.
No creo que el sector de smartphones se estanque o pierda volumenes y no hay que perder de vista que hay importantes proyectos para generar data centers y hasta supercomputadoras equipadas con servidores ARM.
Tanto x86 como ARM vinieron para quedarse. Probablemente en las laptos y desktop los poderosos x86 continúen reinando mientras que en smarphones continuara ARM.
Bueno, habrá que ver a medio plazo si el mercado de smartphones sigue generando ventas por primera adquisición (gente que cambia su anterior teléfono por un smartphone) o por simple reposición de aquellos que ya poseían uno previamente: si es por lo segundo si podría crearse una situación de estancamiento.
En cuanto a los tablets, por lo que veo, si bien hay gente que tiene una necesidad real de ellos, no son ni mucho menos tantos como los que los tienen como juguete tecnológico de moda: eso puede hacer que al final las ventas dejen de crecer, como pasó con los netbooks en su momento.
Ya había leído lo de los datacenters con ARM (sin duda un ahorro importante en consumo energético y refrigeración), pero creo que aun falta un tiempo como para que veamos algo más que pruebas de concepto.
El mercado de smartphone (como todo el mercado de telefonia en general) es más dinámico que el mercado de computadoras personales. No hay nada que indiquen que esta tendencia se revertirá.
Tras una recesión el mercado de computadoras personales esta recuperando su dinamismo y, ojala, continúen así. Pero esta muy lejos de alcanzar el dinamismo del mercado de teléfonos.
Respecto a las tabletas. No tengo una opinión formada. Esta por verse qué tan dinámico es o si se trata sólo de una moda pasajera. Por ahora se trata sólo de un mercado nuevo e incipiente del que nadie sabe a ciencia cierta cuando alcanzará su madurez y, eventualmente, declive.
Mi sensación es que las tabletas vinieron para quedarse, que las habrá con ARM y con x86, que aún falta mucho para alcanzar su madurez y que será un mercado más dinámico que el de las computadoras personales, pero no tanto como el de los teléfonos.
Yo feliz con mi combinación smartphone + tabletPC convertible/híbrida (para utilizar el termino que va a ponerse de moda ahora) por lo que no veo una necesidad de comprar una tablet específica e incorporar un tercer dispositivo a mí vida (como era cuando utilizaba mi Newton). Pero parece que no soy un caso representativo de las tendencias actuales, sino más bien al contrario.