Hoy hemos cubierto el evento de presentación de Windows Phone 8. Hemos asistido a una demo en vivo y en directo de las capacidades de los nuevos móviles, proyectando el contenido de las pantallas. Y aunque no son una sorpresa completa (porque eso lo fue en su momento Windows Phone 7.5, que popularizó la interfaz que hasta hace poco llamábamos Metro), cuando se muestran junto a Windows 8 el plan aparece cristalino.

(Disclaimer: en solidaridad con el super huracán Sandy, Murphy ha golpeado con saña mi cobertura. La cámara fetén estaba sin batería mientras la tostada caía del lado de la mantequilla, con lo que las fotos que vais a ver están sacadas con mi HTC flyer. Literalmente, esto no habría pasado si hubiera tenido un lumia 920, con su acojocámara y los resultados que da en condiciones de baja luminosidad. Más sobre eso, luego).

La interfaz de los smartphones con win 8 madura el camino empezado en 7.5: las teselas activas o live tiles se pueden redimensionar para mostrar la información que necesites en cada momento. Si a eso le sumas que ya se podían recolocar, el resultado es que la interfaz es completamente personalizable. La era de una pantalla de inicio o escritorio igual en todos los móviles toca a su fin. De hecho, incluso la iteración más moderna de Android presentada lanzada hoy se queda rezagada, porque aún con widgets activos los iconos siguen siendo eso. Iconos.

Y claro, cuando pasaban de la proyección de windows phone a la de windows 8 la cosa estaba clara

Teselas activas, otra vez. El mismo concepto, extendido y adaptado a un dispositivo de pantalla mayor (ya sea PC, ya sea wintablet) que vamos a emplear de maneras diferentes a las de un smartphone.

El salto es enorme, sobre todo en windows 8 respecto a windows 7. En los últimos meses podemos leer gran cantidad de críticas negativas respecto a Modern UI, y no pocas de ellas se centran en que los usuarios se van a perder con la nueva interfaz que montarán los ordenadores que se compren a partir de ahora.

Se critica, por ejemplo, que Windows 8 es inmanejable con ratón. Si le habéis dedicado un poco de tiempo, sabréis que eso es una chorrada, y que en pocos meses sólo lo seguirán afirmando en los artículos de tecnología de elpais.com o quizás en algún sitio de fanboys de Apple abducidos en su mundo. Si no habéis tenido oportunidad de hacerlo, la mejor recomendación que os puedo hacer es este artículo de Mahjong: cómo usar Windows 8… olvídate de lo que sabes.

Con todo, Modern UI va a suponer un reto para muchos usuarios, hechos durante años y décadas a la metáfora visual que no ha cambiado en su esencia desde Windows 95. Por más que los encantos tengan su ídem y se acaban rebelando como formas cómodas de operar con el equipo, son un salto desde el esquema Inicio/accesos directos/menú principal/menú contextual. Otro tanto ocurre con los menús que se ocultan en aplicaciones esenciales del equipo como IE10. ¿Dónde está mi menú? ¿Y mi barra de direcciones?

La lógica de los lanzamientos consecutivos de Windows 8, surface y Windows phone 8 queda ahora clara: los usuarios sólo tendremos que aprender una vez las convenciones de la nueva interfaz. Dará un poco lo mismo que nuestro primer dispositivo con Modern UI sea un smartphone o un PC, porque el salto al siguiente dispositivo será trivial.

Hay otros aspectos que contribuyen a la experiencia unificada. Skydrive y sus 7Gb gratis es probablemente el más importante, porque sincronizará los contenidos que tengas en todos tus dispositivos Win 8/ Win RT y Win Phone 8. Por más que esto no sea esencialmente novedoso (Dropbox ofrece lo mismo, sin ir más lejos), la integración con los SSOO y familias de productos microsoft permite resultados únicos, como poder compartir y editar en tiempo real una nota de OneNote.

Desde el primer momento, Modern UI me llamó muchísimo la atención. Algo que disfruto siempre es cuando alguien rompe las reglas y se atreve a proponer algo diferente. No sólo por el atrevimiento en sí, sino porque le recuerda a los demás que se han apoltronado. Pero imaginaba que el período de transición no iba a ser fluido, siendo el cambio tan profundo.

Pero cuando el smartphone, el tablet o el PC implementan la misma metáfora, es como echar lubricante a esa bisagra que le cuesta abrirse. En muchos momentos del día estaremos consultando nuestras teselas, y en no muchos meses quedará atrás eso de «nada más encender el ordenador, lanzo el escritorio de antes y paso de Metro». En entornos multimonitor, por ejemplo, las teselas pueden quedar como contenido para el monitor auxiliar y mantenerte informado de un vistazo de las novedades en tus redes sociales o el resto de la información de la que necesitas mantenerte al tanto.

En resumen, que he salido convencido, y confiado. Al tener windows phone en las manos, he podido comprobar que son útiles en pantallas de 4″ tanto como en pantallas de 21″.

Y hablando de los windows phone 8, algunos apuntes que me han llamado la atención:

• Por defecto, los datos del móvil se cifrarán con bitlocker
• Dos entornos grupales. A alto nivel, y anunciado hace meses, el hub corporativo para que los administradores puedan definir políticas de grupo, aplicaciones autorizadas y aplicaciones que se instalan sin pasar por el market (ya se sabía desde el verano). A bajo nivel, salas para grupos de usuarios, donde poder chatear y compartir contenidos de forma privada y controlada.
• Integración de Office. Poder editar y mostrar una presentación sin que se escacharre el formato o los efectos es algo a agradecer, comparado con lo que ahora tenemos

Y finalmente, los teléfonos. El HTC 8x me pareció un gran teléfono, pero las necesidades del trabajo de campo me hacen fijarme en el Nokia 920 y la tecnología pureview que incorpora en su cámara. En condiciones de baja luminosidad es algo asombroso, y ofrece resultados comparables a una DSLR de gama media de hace un par de años. No es el Nokia 808, vale, pero el lumia 920 no está completamente centrado en la cámara.