Hoy en día es imposible encontrar un dispositivo que se venda y realmente entregue la cantidad de memoria expresada en las especificaciones. Ni los famosos iPad. Ni los Android. Ninguno. Punto. Lo que pasa es que nunca hasta ahora se había dado el caso donde se vendiera un dispositivo diciendo que tenía 32 GB que resultan ser unos 16 GB para el uso del usuario. Cosa que se vino a saber sólo después de que se comenzara a vender el producto. También es realidad que una vez sabido esto el fabricante muy tranquilamente explicó el caso y no trató de ocultar el hecho. Como si fuera cosa normal.

Pues bien. Un abogado en EE.UU. se negó a aceptar esta situación y ha demandado a Microsoft por falsa publicidad al vender el Surface diciendo que tenía una capacidad de almacenaje de 32 GB, según indican las fuentes. Es verdad que todos lo han hecho impunemente pero Microsoft apretó demasiado hasta que se llevó la rosca. Es cierto que el precio es equivalente a un iPad de 16 GB (que nunca llega a los 16Gb libres) pero lo deberían haber puesto claramente en las especificaciones.

El escándalo no pasará a más, según mi opinión, y en realidad se convertirá en publicidad a favor del Surface, como bien dice el dicho, que hablen mal o bien pero que hablen.