Para los muy jugones y los nostálgicos, llega Snes8X, el primer emulador para Modern UI.
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La consola Super Nintendo vio la luz en Japón a finales de 1990, y en los dos años posteriores se fue expandiendo por los mercados internacionales.
Era una muy buena máquina, superando en todo a su rival, la MegaDrive de Sega. Procesador de 16 bits, 256 colores, sonido de calidad… Realmente se ganó su frase de promoción: «el cerebro de la bestia».
Ahora, derivado del emulador Snes9X, nos llega Snes8X, listo para ejecutar todos esos cartuchos que harían palidecer a más de un juego actual…
Lo primero que tenemos que hacer es darle a «Load ROM». Las «ROM» son imágenes o replicas digitales de los cartuchos de juegos que esta consola solía usar. Si eres un poco espabilado, no te costará trabajo alguno encontrarlas.
El emulador corre las imágenes SMC, así que si por alguna de aquellas tienes alguna ROM en ZIP, acuérdate de descomprimirla. Algunas roms están en formato FIG, pero si se renombra la extensión a SMC, no habrá ningún problema.
Una vez cargado… ¡a jugar!
Para ello tenemos unos botones transparentes superpuestos con los que podemos simular el pad o mando original.
Afortunadamente, podemos cambiar su posición desde las opciones del charms y hasta ocultarlo, si decidimos jugar con un teclado.
Las teclas son configurables, pueden jugar dos personas y es compatible con el mando de la XBOX 360.
Otra cosa que está muy bien es la opción de salvar la partida y continuar desde ella más adelante, ideal para juegos muy largos, como los de aventuras o rol.
Se lo que estás pensando… ¿y el rendimiento? ¡De fábula! El StarFox (StarWing en algunos países) viene con el chip Super FX integrado en el cartucho, siendo el primer juego con aceleración 3D para el ámbito doméstico.
Pues los polígonos se mueven muy bien. ¡A salvar Cornellia se ha dicho!
Lamentablemente, tiene un par de pequeños fallos. El que más canta es el audio, que aunque los efectos suenan bien, la música va bajando la velocidad. Afortunadamente, algunos juegos permiten quitarla.
La otra pega es que si estamos jugando un juego y queremos cargar otro, antes hay que darle a «Stop ROM». Lo malo es que no siempre funciona, y para que no se quede la pantalla en negro hay que cerrar la aplicación (deslizando el dedo de arriba hacia abajo) y volverla a abrir.
Otro fallo es el logo de la aplicación, que es feo de lo simple que es, pero teniendo en cuenta que la versión analizada es la 1.2 y que no hace ni un mes que está disponible, es de esperar que dentro de poco pula todas las asperezas.
Esta aplicación es un gran aliciente. Permite jugar a todos esos juegos que marcaron a una generación. Pero también abre la puerta a tener una cantidad de juegos ENORME (cientos de miles) de excelente calidad en cualquier wintablet, pues funciona en X86 y RT.
Los Final Fantasy, Street Figther, Super Mario, FlashBack, los de StarWars… ¡la lista es interminable!
Además, la aplicación es gratuita. ¿A qué estás esperando? Pincha AQUÍ
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