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Feb 2013
AnálisisHardware

Mi análisis de una Surface de 32 GB con Cover

Ya ves, amigo lector. Tienes ante ti un nuevo análisis de una Surface, esta vez realizada por el zarpas que suscribe y a un día de tenerla con él. Si quieres ver qué cuento y cuáles han sido mis impresiones, muchas de ellas positivas, aunque también otras más completa y absolutamente negativas, lee después del salto.

Dicen las malas lenguas que se puede crear contenido con la citada tableta. Vamos a verlo, ya que esto que estás leyendo está siendo escrito con una de ellas. De momento la consistencia gomosa del teclado sin retroceso y mi zarposería habitual hacen que no atine muy bien a la posición de las teclas. Como no hay reborde no sé si he pulsado bien o no. No obstante, dado que es un teclado de tamaño normal, la cosa no se presenta demasiado difícil, y conforme estoy escribiendo este párrafo el tema está mejorando por momentos. Mis mayores pifias son, de momento, pulsar la s en lugar de la a y la d en el de la s. Con los acentos tampoco estoy teniendo problema.

No quería comprarla, pero leyendo al amigo Chulilla lo bien que funciona para algunas cosas, me decidí y bajé a una gran superficie. Estaba indeciso entre la versión de 64 o la de 32 GB (Cosas de vivir en una capital, ahora es un rato andando, antes tenía que coger el coche y hacer unos cuantos quilómetros), pero las circunstancias lo decidieron todo ya que la de 32 era la única que tenían, con y sin teclado. Así que, tarjetazo en mano (no me cobraron la bolsa, oiga), pasé por caja.

[Justo ahora me doy cuenta de que el Office que estoy usando está en castellano, y los atajos de teclado son diferentes a la versión en inglés que es a la que estoy acostumbrado. Puta manía de Microsoft de cambiarlos en cada idioma. Veré si puedo ponerla en Inglés, porque si no, entre el teclado y los atajos, estoy tardando mucho a escribir esto.]

Decía que nada más sacarla, la primera en la frente: teclado al suelo. Menos mal que y estas cosas las abro en el sofá de la sala de estar, por lo que si se me cae algo la distancia no es superior al medio metro. Pero resulta que la funda original, que se desliza hacia afuera, contiene dos cajas diferentes que no están claramente diferenciadas, y a poco que te descuides la del teclado, que es muy fina, irá al suelo. O lo que es peor, como en mi caso, el teclado se deslizará de su envoltorio y caerá.

El teclado. Aquí sentimientos encontrados. Cien euros por esa especie de cartón con tacto y forma extraña. Esa es la primera impresión. Luego lo pones y lo usas y la cosa cambia un poco, pero no deja de parecerte una especie de tablilla de madera forrada por una tela mocosa y mohosa. Pero cumple su función, tanto cuando escribes como cuando protege la pantalla.

Es un decir, porque me juego un gallinfante a que la pantalla es más resistente que el teclado. Eso sí, por la parte de revés, que queda a la vista una vez plegado, la superficie es completamente antideslizante y sirve para apoyar sobre ella la tableta, evitando rayar la parte trasera.

Eso lo han pensado bien, aunque creo que es lo único, junto al sistema de unión con la tableta, que te lleva sí o sí al sitio nada más acercar ambas partes. Y se retira y pliega hacia atrás sin problema y deja de funcionar cuando está en esa posición, para evitar apretar teclas de forma inadvertida cuando la estemos sujetando. Incluso puede servir de apoyo a la parte de la propia tableta que se abre para sostenerla sobre una mesa (o ya puestos, una barriga como la mía, de hecho es la que mejor se mantiene ahí de todas mis tabletas).

No obstante, sí que me ha pasado alguna que otra vez que el teclado, al volverlo desde su posición detrás de la tableta, no se ha activado y he tenido que quitarlo y volverlo a poner.

[Estoy hasta los putos cojones del clic al escribir. ¿Se puede quitar? Ahora vuelvo… Vale, ahora sin clic y con la interfaz en inglés. Y con los atajos de teclado en su sitio.]

Creo que está implícita una de las cosas que más me gustan del Surface, ¿no? Sí, efectivamente, que trae Office de serie y que este, al menos Word, funciona cojonudamente. A eso no le veo ningún problema. Al contrario, es una ventaja totalmente rompedora que seguro marcará para mucha gente la diferencia…

[Un segundo, ahora vuelvo… ¿Funciona? Sí, cojonudo. Acabo de meterle el pincho USB de mi Logitech Wave Pro. Ratón y teclado funcionales. Lo siento pero no podía más. Entre el dolorcillo en las almohadillas de mis dedines y las veces que estaba fallando a darle a la barra espaciadora…]

Decía que marcará la diferencia, porque honestamente creo que es la única interesante de la tableta: que es un Windows chiquito que trae lo esencial: Office e Internet Explorer. Y sistema de ficheros, no lo olvidemos. El gran error de Apple.

El mayor inconveniente de todo esto es que, al final, estamos ante una versión reducida de todo menos de Office. El sistema de ficheros está completo. Es decir, Windows Explorer nos muestra todos los ficheros, pero por ejemplo no podemos añadir música ni vídeos a las bibliotecas desde la unidad microSD externa.

Porque Windows RT necesita un disco externo queramos o no. De los supuestos 32GB, en este momento, y habiendo instalado tan solo las aplicaciones más esenciales, tengo libres 10GB. Luego volveré sobre lo que significa aplicaciones esenciales.

[Qué cosas, desde que he instalado el teclado completo y lo he puesto en inglés, mi productividad es equivalente a la de estar en mi ordenador de escritorio.]

Ahora he de decir que la forma en que Microsoft ha implementado el tema de las librerías es, básicamente y sin pelos en la lengua, una mierda. El que no se puedan añadir carpetas externas a las bibliotecas significa que ninguna aplicación RT podrá acceder a dichos ficheros de forma automática. Aquellas que permitan abrir ficheros a mano podrán acceder a la unidad externa, pero para las que no, sin ellos te quedas. Como no estén en la unidad principal no verán ningún fichero. Y dado el espacio que queda libre…

Añadamos que tampoco se pueden instalar programas de la tienda fuera del disco interno. El resultado es lo dicho. Mucho tiene que mejorar Microsoft en esto, aunque mejor que iOS es. Siempre podrás abrir el Explorador de Windows y, si tienes suerte y la aplicación se ha registrado bien, podrás lanzar ese fichero que no es capaz de ver.

Otra de las cosas que están a medias es el reproductor de Flash de Internet Explorer. Está bien que sea el completo. Está bien que soporte flash, pero no está bien que sea una versión antigua y que la mitad de páginas WEB que lo usan te digan que necesitas una superior.

Esto nos trae a un terrible y potencial problema. ¿Qué pasa con los fallos de seguridad de flash player? ¿Significa eso que, al tener instalada una versión más antigua vas a estar más inseguro? Realmente no lo sé, pero me aterra un poco la posibilidad. Espero que Microsoft tenga las pilas puestas a tope, porque flash se actualiza por Windows Update y a poco que se descuiden, se la van a meter doblada.

Windows RT podría ser el nuevo Windows 95, coladero universal. Pero solo potencialmente porque Windows cuenta con una gran variedad de potentísimos mecanismos de seguridad, como el UAC, la protección DEP, ASLR, trampas en la pila, evitación de escalada de privilegios a través del bucle de mensajes y de RPC (¿Recordáis el Sasser?)… Aunque la versión de 32 bits carece de alguno de ellos… No sé, el tiempo dirá.

[Lo siento, no he aguantado más. Estoy en mi iMAC de 27” corriendo Windows 8. Estaba cogiendo un dolor de espalda increíble teniendo que acercarme tanto a la pantalla, encorvamiento dorsal aparte. Menuda diferencia.]

Y llegamos al punto candente: las aplicaciones. Me está pasando igual que con Windows Phone. Exactamente igual, porque las dos únicas aplicaciones buenas que he encontrado han sido las mismas en las dos plataformas.

Voy a omitir aquí el hecho de que, si hay aplicaciones buenas, es que se pueden hacer, y si hay diez mil malas o pésimas, la culpa es, al 50% de los programadores chapuceros y al otro 50% de Microsoft, por dejar pasar aplicaciones que no es que funcionen mal, es que se cierran solas o se quedan autistas.

Mis requisitos de aplicaciones para una tableta son bien pocas. Necesito un lector de RSS. Un cliente de Twitter. Un par de lectores de libros electrónicos (ePub, por ejemplo), y un par de visores de PDF. Un navegador web en condiciones y Pocket (antes Read It Later) e Instapaper. Ah, y un par de aplicaciones de noticias orientadas a los temas que me gustan: desarrollo e información tecnológica.

Voy a comenzar con los programas basura. No hay un lector de PDF en condiciones. El que sirve la propia Microsoft adolece de los mismos problemas que los demás. A saber: lentos, muy lentos abriendo incluso ficheros pequeños (no digamos los PDF escaneados de 500 MB que abre mi Note II sin despeinarse, no os digo ya el iPad 3 o el Nexus 10).

Otro es que se cierran solos. Me da mucho coraje esto, y dice muy poco acerca de los desarrolladores que los han hecho (y menos todavía de Microsoft). No es el hecho de que fallen, todos somos humanos, es el hecho cobarde de que no te dicen nada, ni a ti ni seguro que a los creadores.

Hay un visor/anotador que es el que mejor va, pero sin echar cohetes. Se llama PDF Touch y al menos puede con casi todo y no suele (y digo suele) petar. Con ese podría arreglarme, si no fuera porque visualiza el texto muy mal. O bien muestra la letra borrosa o bien demasiado encrespada.

Coger una Surface RT es volver un año atrás, a los tiempos de mi Transformer Prime y mi iPad 1, con esa pantalla de tan baja resolución que te impide leer algo con comodidad. Sobre todo si has estado leyendo antes con un iPad 3 o una Nexus 10. De la luz a la oscuridad.

Me parece completamente inadmisible que una tableta de última generación tenga tamaña porquería de pantalla. ClearType o no ClearType, porque parece que la mayoría de aplicaciones o bien no saben pintar con él o bien no está disponible para ellas.

Lectores de libros electrónicos creo que los he probado todos. Ninguno vale una mierda. Los que funcionan bien y no se cierran solos, apenas tienen opciones de personalización, o no se registran en los charms bien, o simplemente presentan el texto que da mucho asco. De los únicos que puedo decir algo bueno (y no mucho), es de Fiction Book Reader,Buki y por último y el peor de todos (sí, el peor de entre los, digamos eufemísticamente, buenos), Freda. Lo dicho, un aprobado demasiado justo para ellos dado que, salvo el primero, apenas se pueden configurar.

¿Hay algún cliente de Twitter que funcione medianamente bien? He probado unos cuantos, y los que no tratan a la tableta como un móvil con pantalla grande (que se pueden leer desde la otra punta de la habitación) fallan miserablemente, como el cacareado Rowi, que, una vez pude autorizarlo (falló varias veces, dejándome sin poder escribir con el teclado o abriéndose con la pantalla en blanco), empezó a bajarme todos los twitts, para seguir bajándolos en ciclo hasta que lo tuve que desinstalar.

¿Conoce alguien un cliente de Pocket. Yo no, y no lo hay ni para Windows RT ni para Windows Phone. Por lo tanto aquí no puedo decir nada malo. Ni bueno. En fin.

El cliente de Instapaper se llama Stacks for Instapaper y es uno de los pocos programas decentes que hay en la tienda. Fijaos, tener que alabar un programa que simplemente funciona bien y cumple sus objetivos.

El otro al que no le pongo ninguna objeción se llama Nextgen Reader y es un cliente de RSS para Google. Y lo mismo que antes. Funciona bien, y aunque carezca de las opciones que tiene en Windows Phone, cumple su objetivo como un campeón.

De juegos no puedo decir nada. De momento sólo he usado los de la propia Microsoft, el Buscaminas, el Mahjong y la Microsoft Solitaire Collection, que es una colección de juegos de cartas. Si los juegos de terceros funcionan igual de bien que estos, algo de futuro sí que tiene Surface en el ámbito doméstico.

Ya para ir terminando, me gustaría comentar que las aplicaciones tardan mucho en arrancar la primera vez. Se toman su tiempo, vamos. Pero sólo la primera vez ya que cuando están en memoria el cambio de una a otra es prácticamente instantáneo.

Y esto no sé si se deberá al súper Router WiFi que dan los de ONO o a la tableta: cada dos por tres se desconecta la conexión y te dice que lo reintentes. Aunque también me pasa con mi Nexus 10, no ocurre así con mis MAC ni con mi iPad. Démosle un 50% de culpabilidad a cada uno de los componentes que intervienen.

Si os habéis dado cuenta he dado caña de la buena. Pero es que me veo obligado a ello. Os cuento las cosas tal y como las veo, y encima os explico lo que me pasa y cómo me pasa, así que no creo que sean apreciaciones demasiado sesgadas. Si tengo un sueño en esto de las tabletas es que Microsoft triunfe con ellas. Recordad que mi desarrollo profesional viene del lado de Windows, y aprender cosas (sí, cosas) como Java u Objective-C no las veo muy bien.

¿Va a durar la batería 8 horas de uso intensivo? Lo dudo. Al menos usando la tableta como elemento profesional. Cuando empecé a escribir esto el nivel de la misma estaba en el 78%. Cuando lo dejé más arriba, al 51%. Una hora y algo de uso exclusivamente con Office. Quizás se debe a que es la primera carga que le hice anoche. No sé, el tiempo dirá, pero si le ponemos siendo generosos seis horas de uso navegando y leyendo, y tres de uso profesional, creo que la voy a usar sólo para desarrollar con ella.

Ya para terminar, una ventaja implícita que os he estado contando a lo largo del texto y que apenas he nombrado: la mitad de esta entrada ha sido escrita con la tableta, por lo que cuando se requiera movilidad extrema y uso profesional, no creo que haya otra mejor. Quizás sea este el único punto fuerte de todo. Amén de que le puedes añadir casi cualquier cosa y te la reconocerá. Como mi teclado y ratón Wave Pro.

Por RFOG | 34 Comentarios | Enlaza esta entrada
contacto@wintablet.info tema WinTablet.info por Ángel García (Hal9000)