Como la mayoría aquí, e instalado la actualización a Windows 8.1 de mi wintablet Acer Iconia W510. He aquí mi experiencia.

ENCONTRANDO WINDOWS 8.1

Como muchos, creía que esta actualización gratuita se bajaría e instalaría automáticamente a través de Windows Update. No sería necesaria la intervención del usuario.

Pero no había nada allí.

Resulta ser que había que entrar a la Windows Store y seleccionar la actualización. La buena noticia es que al entrar en la tienda uno se encontraba con una enorme publicidad referida a Windows 8.1. Sólo había que tocar allí, presionar «Instalar» y ponerse a esperar.

Un camino un poco más largo del que hubiese deseado, pero igualmente fácil.

CONEXIONES LENTAS

Aunque he leído muchas quejas, a mí me pareció lógico que la actualización sería enorme y, por tanto, se bajaría lentamente. En mi caso están más de 2.5 Gb.

Cualquiera que siga mis publicaciones sabe que sufro de una conexión lenta e inestable. Bueno, eso ha cambiado un poquito el último mes porque me he mudado y, con ello, mi conexión a Internet también ha mejorado. Mientras que antiguamente sufría de una conexión que, con suerte, alcanzaba los 30 kbps… cuando funcionaba. Ahora disfruto de una «impresionante» conexión de un Mbps. Lamentablemente, continúa la inestabilidad por lo que suele cortarse el servicio durante horas.

En fin, sabía que tardaría mucho en bajar la actualización y que tendría que ser paciente. Pero había algo más que me preocupaba ¿tendría que volver a comenzar desde el principio cada vez se interrumpiera la conexión? este es uno de los problemas más comunes que sufro con mi Apple iPad 2, mi Apple Macbook Air y mi Nokia Omnia 900 con Windows 7.8.

Por suerte, en este aspecto Microsoft continúa haciendo bien las cosas porque no tuve este problema. Cada vez que se cortaba la conexión aparecía un mensaje de error. Pero al regresar el servicio automáticamente retomaba la actualización y continuaba donde había quedado. Gracias a ello, tarde «sólo» dos días en bajar los casi 3 Gb de la actualización.

Debo decir que esto no debe sorprender. Windows Update siempre funciono bien en estas situaciones. Incluso su primera versión a finales de la década de 1990. Nunca entendí porque las otras compañías y productos más nuevos no pueden igualar esta experiencia.

INSTALANDO

Una vez que finaliza la descarga pregunta si queremos proceder a la instalación. La cuál funciona como la mayoría de las actualizaciones de este tipo: muy lentamente. Diría que tardo cerca de una hora en realizar la instalación.

La pantalla proporcionaba información mínima que parecía escrita por algún ex empleado de Google: «Configurando algunas cosas más…» y «Estamos Preparando algunas cosas».

Ver esa aburrida pantalla me trajo melancolía. Cuando uno instalaba Windows 95, 98, 98SE, Me y XP se encontraba con una barra que avanzaba lentamente en la parte inferior de la pantalla y unas enormes propagandas en la parte superior que con bellas fotos y grandes tipografías que explicaban brevemente las increíbles novedades del nuevo sistema operativo que uno estaba instalando.

En aquella época uno se quedaba un muy largo rato mirando esas propaganda y la lenta barra que expresaba el proceso en una larga espera de la instalación, temiendo que en algún momento pasará algo importante que requiriera la intervención del usuario. En general, algo tan importante como apretar el botón «Siguiente» o «Aceptar».

La verdad sea dicha, esta vez extrañe esas propagandas. Fue una espera larga y aburrida y no me enteré de las novedades del nuevo sistema operativo. Para mi gusto, demasiado parecido al estilo Apple de instalar actualizaciones.

CONFIGURANDO

A pesar de que se trata de una actualización, llega un momento en que el sistema se reinicia y solicita que introduzcamos, como si fuera la primera vez, nuestro nombre de usuario y contraseña. Una pequeña molestia porque a los pocos minutos me encontré con la pantalla de Inicio tal cuál la había dejado, con mis aplicaciones, todos mis documentos, etc.

Luego Windows Update comienza automáticamente a bajar e instalar varios parches. En mi caso fueron casi 50 Mb adicionales. Pero uno no necesita esperar, ya que mi wintblet ya era plenamente usable y pude comenzar a explorar las novedades.

Y eso fue todo.

LIBERANDO MEMORIA

Mi wintablet tiene la memoria secundaria mínima  aceptable para operar: 64 Gb SSD. De la misma, descontando documentos de trabajo, aplicaciones, etc. sólo me deja 3 Gb. libres.

A pesar de ello, Windows 8.1 se descargo e instalo sin ningún problema.

Luego de reiniciar me encontré con la grata sorpresa de que ahora mi Acer Iconia W510 disfruta de un poco más de 6 Gb. libres, el doble que antes. Y eso que no libreré espacio en ningún momento.

Más tarde inicié el liberador de espacio y recuperé 2,5 Gb. adicionales. Dos de los cuales eran del viejo Windows 8.0.

CONCLUSION DE LA INSTALACIÓN

No tengo más que opiniones positivas sobre este proceso.

Al menos en mi caso fue un proceso lento y aburrido pero sin ningún tipo de inconveniente. De hecho, por lo inmediato me encuentro con una mejora significativa en el espacio libre de mi memoria.

He estado leyendo muchas quejas sobre la lentitud del proceso. En lo personal no las entiendo porque en toda mi vida instalar un nuevo sistema operativo siempre fue lento. La única diferencia significativa que encontré esta vez es que antes aparecían periódicamente carteles en donde presionar «Siguiente» o «Aceptar». Un trabajo que sólo podía hacer un técnico. Pero ahora ni eso.

Lejos quedaron, al menos en mi caso, los tiempos donde cada nueva instalación requería un día del fin de semana volviendo a configurar todo, buscando la reparación de errores y otros malestares.

Un comentario final, si usted es un usuario básico o su computadora es una herramienta vital de trabajo, entonces espere un par de semanas antes de actualizar. Generalmente se detectan algunos errores al principio que se solucionan en una rápida instalación y dentro de un mes o dos ya se encuentra la mayor parte de los mismos solucionados, evitando que usted corra el riesgo de sufrir un ingrato momento.