Hoy os presento un pequeño teléfono. Se llama Nokia Lumia 1520 y es la rehostia en cuanto a terminales con Windows Phone. Antes de entrar en detalles os diré que tiene una pantalla de seis pulgadas Full HD y un SnapDragon de 4 núcleos como corazón.

Os podéis dar una vuelta por aquí para ver cómo lo ofrece el fabricante. No obstante yo os voy a contar unas cuantas impresiones sobre él.

Cuenta con una cámara de 20 megapíxeles con la tecnología PureView de Nokia, que es la forma a la que el fabricante llama a su tecnología fotográfica y que poseen en exclusiva. La calidad de las fotos es increíble, incluso con poca luz o sin ninguna, y eso sin tocar las mil opciones que tiene antes de disparar. Y si la foto te sale mal y no puedes hacer otra, siempre puedes reenfocarla o aplicarle filtros desde la propia aplicación de la cámara.

Esto son cosas que maravillan al que suscribe porque el hecho de que se pueda cambiar el enfoque de una fotografía después de haber sido realizada suena no a ciencia ficción, sino a imposible. No obstante, es lo que hay y encima funciona más o menos bien.

He de decir que estas características vienen integradas en la versión de Nokia Black, que es como Nokia ha llamado a la GDR3 de Windows Phone 8. En otras palabras: dentro de no mucho tiempo, si no las tienen ya, habrá otros terminales que incorporen estas características.

Otra cosa a destacar es la aplicación de cámara que trae el teléfono y que deja a la altura del betún a la original de Windows Phone en cuanto a personalización y opciones. Básicamente es uno de los motivos por los que resulta mucho más interesante comprar un terminal Nokia que uno de cualquier otro fabricante, ya que incluye, aparte de la aplicación citada, alguna más para organizar tus fotografías en forma de diario o de álbum, esos sin contar con la de retoque y edición.

Vamos, que uno de los puntos fuertes de un móvil Nokia con Windows Phone es su cámara y toda las aplicaciones que la acompañan y que no están disponibles en otro teléfonos aunque compartan el mismo sistema operativo.

Hablamos de poder ajustar el tiempo de obturación y de otra docena de cosas que el que escribe apenas entiende pero que, cada vez que le cogen el teléfono personas que sí entienden, se quedan estupefactos de ver que hace cosas que sólo tienen una cámara de tipo Reflex.

Si todavía eso no te convence, añade el grupo de aplicaciones HERE y ya no hay discusión posible. Mientras que los mapas originales de Windows Phone llegan a un aprobado justo, cuando no se quedan en un estrepitoso suspenso porque no saben llevarte desde una autovía de primer nivel al centro de una capital, las HERE pasan por goleada, igualándose a su equivalente de Google e incluso superándolo en algunos aspectos.

Por otro lado, la pantalla es increíble. Increíblemente grande. Increíblemente nítida. Increíblemente luminosa incluso en exteriores pero sin dañar los ojos en interior. Y no podía ser de otra forma: una resolución de 1920×1080 píxeles dentro de una pantalla de 6 pulgadas con formato 16:9 y Gorilla Glass 2.

La única pega es que, como en todo Windows Phone, no tiene ajuste fino de brillo, tan solo tres niveles manuales y un cuarto automático. A pesar de ello, salvo el pequeño retraso en ajustarse, el sistema automático de control es muy bueno y, como ejemplo, si estás en la calle y entras a una habitación oscura mientras miras la pantalla apenas notas el cambio: tu sigues viendo la pantalla con el mismo brillo. Personalmente considero que esta es una de las cosas que Windows Phone hace con gran maestría, por encima del iPhone y muy por encima de los Galaxy de Samsung.

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Al ser Full HD, Windows Phone añade una nueva columna de Tile, dejando tres en lugar de dos. A simple vista puede parecer una chorrada, pero hace que quepan más cosas en horizontal, por lo que en cierta medida te ahorras tener que desplazarte arriba y abajo por la pantalla principal. De hecho, puedes tener hasta 6 teseleas de las pequeñas en horizontal frente a las 4 normales, con lo que tu pantalla se acorta en un 33% para un mismo número de aplicaciones.

¿Os he dicho que ve cojonudamente bien? No sólo se ve ve bien. Se ve más que bien. Os reto a detectar el píxel en la curva de una letra incluso con fuentes diminutas. Y también os reto a, teniendo activada la opción de exteriores en la configuración, ponerlo al sol y mirar la pantalla. Salvo un pequeño cambio en el color, se ve perfectamente bien.

No obstante, la gran amplitud de la pantalla tiene una pequeña pega, y es el tamaño general de las aplicaciones, que para mi quedan demasiado grandes aunque para alguien con vista cansada tiene que ser una ventaja.

De hecho, para que cualquier aplicación existente pueda funcionar bien en las nuevas pantallas Full HD, Microsoft ha tomado un pequeño atajo, o más bien ha hecho un pequeño truco. Hasta ahora, absolutamente todos los terminales con Windows Phone tenían la misma resolución horizontal, con lo que, independientemente del tamaño real de la pantalla, la anchura de una aplicación era la misma en todos. Además, a la hora de definir las coordenadas de los elementos gráficos, estas vienen dadas en píxeles y no en tamaño relativo de pantalla, por lo que si simplemente se mantuviera la resolución sin tocar, las aplicaciones antiguas (todas a fecha de hoy) o bien se verían en una esquina de la pantalla o bien se “estirarían” hasta parecer grotescamente alargadas.

Por lo tanto, lo que se hace es “escalar” la pantalla, ofreciendo a las aplicaciones uno de los tamaños ya existentes, por lo que estas se piensan que están ejecutando en un terminal ya existente.

Para el usuario final, el hándicap está en que todo se ve grande. No sólo el texto, sino también los gráficos. Si bien el escalado resulta casi perfecto en aplicaciones normales, en los juegos resulta más que evidente el problema, mostrando pantallas borrosas o pixeladas. Habrá, pues, que esperar a que los desarrolladores aprovechen las nuevas características de esta pantalla.

No obstante, cuando los programas están bien hechos, el problema no es tal. Las aplicaciones que permiten ajustar el tamaño de su contenido hacen un gran trabajo en aprovechar su tamaño. Ved si no algunas de las capturas que os he puesto.

Una ventaja inadvertida de todo esto está en el teclado, que es enooooorme, con lo que es bastante más difícil equivocarse de letra cuando estás escribiendo.

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El procesador es un Snapdragon 800 de cuatro núcleos a 2.2 GHz, y cuenta con 2 GB de RAM. El efecto real de todo esto es una enorme rapidez. Es rápido en todo. La mayoría de aplicaciones tardan en cargarse lo que dura la animación del despliegue, y cuando las recuperas no tienen que reiniciarse porque dada la cantidad de memoria que tiene el terminal, y el hecho de que el tope máximo de uso de cada programa sea de 100 MB de RAM, te permite tener muchas más aplicaciones suspendidas que cualquier otro teléfono.

El almacenamiento tampoco está mal, 32 GB más un zócalo para microSD que acepta hasta 64GB. Añadamos los 7GB en SkyDrive (aunque aquellos de la vieja escuela tendrán 25). Ya solo le falta que podamos instalar aplicaciones en la tarjeta externa, cosa que personalmente no creo que veamos ni pronto ni tarde sino más bien nunca dado el modo en el que Windows Phone las gestiona y más que nada por motivos de seguridad y para evitar la ingeniería inversa.

Una cosa curiosa que me ha dejado enormemente perplejo es que se puede acceder al sistema de ficheros de la SD en caso de tener puesta una. Es decir, hay aplicaciones como Fiction Book Reader que te dan la opción de recorrer dicha unidad buscando ficheros de su tipo para ser importados a la aplicación.

Ignoro si se trata de una novedad de la GDR3, o de algo que se les ha escapado o de una feature que estará pronto en todos los terminales de Windows Phone.

Para mi es toda una ventaja porque me permite tener mi biblioteca de documentos accesible sin tener que hacer florituras. No obstante, es necesario que específicamente la aplicación tenga su propio visor de ficheros.

Ya para terminar, os comento sobre la batería: 3.400 mAh, en algo más de 200 g de teléfono. Eso, según Nokia, son 32 días de reposo, 124 horas de reproducción de música, 10 de vídeo, 13 de uso de Wifi o más de 25 hablando. Según yo, consumió algo más del 20% de batería en 24 horas con un uso moderado. Es decir, dos o tres llamadas de teléfono, unos cuantos ratillos chateando y alguna que otra consulta en internet, amén de leer todo el correo y las RSS varias veces al día. No está mal, ¿no?