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Nov 2014
AnálisisLápizPalitoPost-HangoutSurface Pro 3

Post-Hangout y el uso de la Surface PRO 3 como tableta pura

Ayer en el Hangout comenté sobre el uso de la SP3 como tableta pura y no como equipo híbrido, pero lo cierto es que me quedé a medias. Así que me voy a explayar aquí con gusto sobre el tema (y de paso escribir algo on-topic).

La SP3 no es una tableta como tal. Forma parte de una nueva categoría que se ha llamado producto híbrido, que engloba cualquier aparato de procedencia putativa, lo que quiere decir que no se encasilla en ninguno de los grupos clasificativos existentes.

Aquí debo hacer una puntualización sobre categoría híbrida. Muchas veces se llama a un producto híbrido porque no es ni una cosa ni la otra. Es decir, que no llega a ser “A” y tampoco a ser “B”, con lo que muchas veces es un quiero y no puedo de ambos productos (algún día os contaré yo lo que me pasó cuando dije eso mismo, quiero y no puedo, ante un cliente).

Dentro de la misma categoría también se suelen incluir productos que son “A” y “B” a la vez.

Fijaos en la diferencia: “ni A ni B” frente a “A y B”. Or exclusiva frente a conjunción.

A todas luces es una mala clasificación, sobre todo cuando la SP3 está dentro del segundo grupo.

En otras palabras, es un portátil y una tableta.

De nuevo en otras palabras: no es un quiero y no puedo de dos cosas.

Así que más que pertenecer a una categoría híbrida, lo que ocurre es que se trata de un producto dual.

Finalizado el tramo epistemiológico-informático, vayamos al meollo del tema.

Jamás he negado las bondades de la SP3 en su faceta de portátil. Jamás. Sí que he dicho que para mi tiene la pantalla un poco pequeña, pero en ello entran mis problemas de espalda y el modo gárgola que ya he citado varias veces.

No creo que nadie pueda negar que la SP3 es un gran portátil (laptop), porque si negamos eso estamos negando cualquier otro portátil de 12/13 pulgadas.

Es un gran portátil porque su batería dura seis o siete horas como poco, porque tiene disco SSD y porque la calidad de la pantalla es acojonante.

El que lleve Windows es incidental en el sentido de que es un portátil con Windows. También los hay con OS X y con Linux. Para gustos los colores. Igual que el precio.

Pero aquí he venido a hablar de mi libro, y si no, me voy. Así que al tajo… Vaya, ahora no encuentro el hacha… :-P

Windows 8.1 tiene muchas bondades para usarlo en modo tableta. Las esquinas desplazables que te abren diferentes menúes y te ponen muchas cosas a la altura de los deos (que son esas cosas que mucha gente tenemos en la manos). Como son cosas pa los deos, son botones grandes y jugosos, para que aquéllos cuyas manos terminan entre un híbrido conjuntivo de dedo y morcilla también puedan tocar sólo un botón y no tres o cuatro, o que el propio deo/morcilla tape lo que quieres tocar y termines tocando otra cosa.

Como dijo san Jobs, las pantallas hay que tocarlas con los deos. Estoy de acuerdo, pero con matizaciones.

Los dedos son cojonudos para tocar cosas en la pantalla, haciendo abstracción que la grasilla, por lo que podríamos decir que algunos tenemos en los extremos de cada mano cinco híbridos conjuntivos de deo/morcilla/grasilla.

Esas bondades de las que hablo son carencias en iOS. No son carencias absolutas, y se han ido eliminando poco a poco con el tiempo, pero todavía  quedan algunas poco ergonómicas, como desplazar los cinco dedos sobre la pantalla (y dejar cinco posibles rastros grasosos acumulables) o la doble y triple pulsación del botón central.

Para algunas personas, y pese a que las pantallas actuales son oleófobas, los rastros de grasilla en las pantallas pueden ser un problema ante la realización de algunas tareas.

Si se acumula mucha porquería puede afectar a la precisión de los toques o incluso hacer que estos no funcionen, pero también afectan a la visualización, mostrando feos rastros durante la visualización.

En mi experiencia, el iPad se ensucia menos que la SP3, pero cuando ambos están sucios los fallos de visualización son casi los mismos.

Respecto a problemas con los toques, nada puedo decir porque no suelo dejar que la porquería se acumule hasta tal punto, aunque sí que he visto cada cosa más allá de las Puertas de Tanhausser que… bueno, mejor dejar el tema.

Personalmente creo que en el tema de las dedadas gana el iPad, pero en el tema de la ergonomía de uso, gana la SP3 con todos sus gestos desde los laterales.

Tenemos que considerar que las tabletas se sujetan por el lateral y que en general no es necesario mover la mano y sólo el dedo, mientras que en el iPad tienes que poner la mano delante de la pantalla, tapando lo que quiera que estés haciendo.

Todos hemos visto esos anuncios de Apple en lo que la gente pinta con el triunvirato dedo/morcilla/grasilla. Y lo hacen bien. Debería ser fácil de repetir eso. Pues no, no lo es. El dedo es muy impreciso por dos motivos:

Cuando cuando aprietas el dedo sobre la pantalla, la molla del mismo se hunde y aplana, dejando una superficie bastante irregular en el sensor de la pantalla y debe ser el firmware del táctil el que debe figurarse dónde has querido presionar a partir de dónde has presionado realmente. Es una tarea compleja y tendente a muchos errores, como cualquiera que haya intentado algo de precisión habrá descubierto.

La segunda imprecisión viene del hecho de que al dedo le sigue la mano y que ésta tapa una buena parte de la pantalla, por lo que a la imprecisión que hemos citado antes se unen dos nuevas: el dedo es gordo tirando a morcilla, y la mano todavía más, por lo que tienes que tener el ojo clínico y la precisión quirúrgica de un neurocirujano para poner el dedo en el ojo, digo el dedo donde el ojo apunta…

Como el hombre ha sabido eso mismo desde que aprendió a escribir, inventó algo llamado pluma, lápiz, bolígrafo, etc.. Es un instrumento que alarga nuestros dedos de forma que tiene una punta fina con la que se aumenta la precisión. También aleja nuestra mano de lo que queremos tocar con lo que ésta no cubre lo que estamos viendo, o al menos cubre otra parte que en ese momento nos da igual que esté tapada.

Fijaos que todo son ventajas. Son tantas las ventajas que nuestros ancestros desplumaban a los patos y a las ocas con tal de tener palitos con los que escribir… Hasta donde yo sé, a partir de los tres o cuatro años dejaban de mojar el debo en el tintero (o beberse la tinta, ya puestos) para mojar el, esto, palito (va sin segundas, ¿eh?).

¿He dicho palito? Creo que sí. ¡Anda! La SP3 lleva uno, bastante bueno, por cierto.

Creo que no hace falta hablar más de esto y la completa soberanía de la SP3 (y de otras tabletas paliteras sobre las que no lo tienen) en este aspecto. Podríamos añadir a la categoría los Note de Samsung y los equipos con Windows de terceros.

Aquí entra una de esas cosas que ninguno de los editores de WinTablet entendemos. Mientras que la publicidad de Microsoft se dedica a mostrar a gente haciendo círculos, la de Apple sale pintando cosas prácticamente imposibles de hacer con un iPad a no ser que seas un genio del deo.

Estamos ante otra de esas cosas del ADN de Microsoft que sinceramente no creo que haya nadie que entienda o que llegue a comprender nunca. A ver, la gente que trabaja en Microsoft no creo que sean imbéciles, así que debe haber algún tipo de oscuro acuerdo entre empresas para que Microsoft no promocione adecuadamente sus productos. Quizás Bill Gates sí que hizo un acuerdo con el Diablo y una de las cláusulas era no publicitar bien sus productos.

En fin, pajerío mental aparte, en esto la SP3 no tiene rival ante nadie. Palito Rulez.

No hay competencia en eso.

Lo repito: no hay competencia en eso.

Una tercera vez: no hay competencia en eso.

Una más: no hay competencia en eso.

Otra de las cosas que molan bastante es la posibilidad de tener la pantalla partida entre dos y hasta tres aplicaciones de forma simultánea. Imagina leyendo una edición facsímil con un diccionario al lado. O dos ventanas del navegador lado a lado. O lo que sea. Los límites los pones tu y tu imaginación.

Personalmente no es algo que yo haga habitualmente, pero sé que a mucha gente le resulta enormemente útil y es algo que el iPad no hace. Lo más cercano a ello es la doble presión del botón e ir cambiando entre programas o utilizar el abrir con (que por cierto también tiene Windows 8.1 y creo que mejor implementado).

Entonces os preguntaréis por qué soy tan reacio y tan negativo respecto a la SP3. Tengo mis motivos, algunos de los cuales ya comenté en el Hangout, pero antes repetir que mis quejas vienen del modo tableta, no del modo PC excepto el hecho de la pantalla demasiado pequeña y los tiquismiquis habituales de Windows.

Por orden inverso de prioridad, o mejor dicho, de afectación (que me afectan de menos a más).

Mis sesiones de tableteo suelen durar muchas horas. Más o menos desde que termino de trabajar a eso de las seis de la tarde hasta que me echo a dormir. Evidentemente hay paradas para muchas cosas, cenar, hacer un pis, hablar con la parienta…

Los fines de semana son todavía más intensas ya que van desde que me levanto hasta que me acuesto siempre y cuando no tenga ninguna otra tarea.

Cuando uso el iPad, lo cojo y me pongo con él. Con la SP3 tengo que mirar el nivel de batería, dosificarlo, o sentarme cerca de un enchufe y lejos del gato… Mientras que el iPad lo cargo una vez a la semana, en general el domingo por la noche cuando lo dejo porque anda por el treinta o veinte por ciento de carga, y a veces una más el viernes o el sábado por la noche si lo he estado usando más durante la semana.

La SP3 siempre está en el cargador o cerca de él. Si he jugado un poco con ella, la tengo que poner a cargar. A veces tiene consumos súbitos y no me puedo descuidar.

Por lo tanto, muchas de esas ventajas se pierden con este problema, absolutamente presente en los juegos, incluso en los casuales y menos presente pero no ausente durante otras tareas.

Si os dais cuenta no he hablado más arriba del tamaño de la pantalla. Para mi, en modo tableta, es un problema más que una ventaja pese a ser una ventaja en términos absolutos.

Leer un libro normal con ella es un problema porque es muy grande. Ya sé que es un tema de acostumbrarse, pero a eso se suma el problema que comentaré más adelante.

Incluso a veces leer un PDF técnico tiene sus problemas dado el tamaño de la pantalla. La forma ideal es hacerlo en vertical, ahí cualquier libro/revista de formato A4 aparece poco menos que perfecta.

Hay aplicaciones (por ejemplo Twitter) a las que le sobra pantalla por todos lados. En este aspecto yo creo que está al lado de las Android, que carecen de un diseño adecuado cuando el tamaño crece.

Tenerla vertical incrementa otro problema: el peso. La mal llamada pata de cabra es una ventaja increíble frente a cualquier otro tipo de soporte (aunque la funda original del iPad tampoco está mal como soporte), pero solo sirve para el modo apaisado y como ya hemos comentado, no siempre es la posición óptima.

Creo que el quilo es a veces un problema incluso teniéndola apoyada en la excrecencia cervecera o incluso en el brazo de un sillón. Al cabo de un tiempo las manos y los brazos se resienten, mucho antes que con un iPad pero no mucho antes que, por poner un ejemplo que también he usado, un Note 10 que ronda el peso de la SP3.

El tema de la pantalla también trae otro inconveniente, aunque esta vez en el apartado nativo. Apple ha solucionado el problema de la densidad de pixeles en sus equipos Retina con OS X. Y lo ha hecho de manera impecable. Sin embargo, Microsoft lleva ya tres intentos infructuosos.

No lo entiendo. Debe haber algún tipo de limitación por patentes, porque no creo que los genios tras las tablas de Microsoft sean más tontos que los de Apple. Ni por un momento.

Y no, no me molesta levantarme y sentarme delante del MAC para hacer alguna operación que no puede ser realizada por el iPad y sí con la SP3 (por cierto, de manera bastante incómoda y lenta si no te incorporas y te la pones en las piernas o una mesa).

El peor problema de todos, y con diferencia, es la calidad de las aplicaciones. Ya sé que hay aplicaciones con una calidad y funcionamiento increíbles, pero son la excepción.

Aquí debemos hacer una pequeña separación. Yo me refiero a aplicaciones con valor añadido. No me vale una aplicación que sea el fiel reflejo de un sitio Web por muy bien que funcione. Por ejemplo Facebook (que no sé qué tal lo hace porque apenas la uso), ni toda esa morralla habitual en las tiendas.

Las aplicaciones con valor añadido son aquellas que no solo aportan, sino que generan un plusvalía respecto a su equivalente Web o similar. Pongamos dos ejemplos.

NextGen Reader es una aplicación que permite leer las noticas de Feedly desde un entorno mucho más controlado y útil. Desde poder compartir con otras aplicaciones hasta elegir motor para satanizar el HTML de lo que vas a leer. En este caso la aplicación tiene todo ese plusvalía, aparte de ser algo más rápida que la Web original y permitirte hacer más cosas.

FictionBook Reader es una aplicación que permite leer ebooks. También tiene plusvalía respecto al similar al que me he referido antes: aparte de poder ajustar el tamaño de la letra y otros menesteres lecturiles, te permite hacer búsquedas sobre el libro, tiene diccionario integrado (aunque pésimamente implentado), se sincroniza entre dispositivos (previo pago)… Todo eso genera plusvalía sobre un libro de papel.

Pues a ese tipo de aplicaciones me refiero. Y Windows 8.1, su interfaz tabletera, brilla por la ausencia de ellas. De nuevo quiero insistir en que no todas son malas, pero sí muchoas de ellas.

Además, muchas buenas, o que pueden considerarse de calidad aceptable, adolecen de una falta de diseño que las hace casi inútiles. No me refiero a que sean feas, me refiero a que la interfaz de usuario es pésima.

Puedo poner a MetroMail como ejemplo. La aplicación funciona aceptablemente bien, pero el diseño es pésimo. Son tantos los botones que tiene, tantos maestro-detalle que al final, la parte realmente útil, que es leer el correo, apenas lo forma un 20% de toda la pantalla, menos en dispositivos de 10 pulgadas. A eso hay que añadir que los botones más usados se encuentran en el centro de la pantalla y no en los bordes, con lo que tienes que hacer movimientos de mano que no serían necesarios.

Y como esas hay muchas.

Es cierto que ha pasado el tiempo y que la calidad media de las aplicaciones en la Tienda de Windows ha subido bastante, pero todavía queda mucho que mejorar, empezando con la propia aplicación de la Tienda, de la que ya hemos hablado largo y tendido los editores de WinTablet y de la que hemos contado todas sus vergüenzas.

Otro tanto pasa con la de correo, aunque aquí los sentimientos están encontrados, lo cierto es que se cierra sola muy a menudo y la presentación del correo tampoco es la óptima, otro de los problemas con el diseño.

Podríamos hablar de aplicaciones como Magzter, que se vuelven completamente inusable pese a haber solventado los problemas que se comentaron por aquí de uso excesivo de CPU. La última versión disponible presenta páginas en negro en modo vertical y cortadas en horizontal y la única manera de hacer que vuelva a funcionar bien es cerrar la revista y volver a abrirla.

Y eso no lo va a arreglar Windows 10 ni Windows 11 ni ningún otro Windows. Eso es cosa de aplicar un filtro más riguroso a las aplicaciones, como hace Apple, y no dejar pasar cualquier cosa, incluso aplicaciones que son a todas luces falsificaciones expresamente creadas para engañar a la gente.

No quiero entrar aquí en otros detalles más técnicos como la idoneidad del API de desarrollo para las aplicaciones de la Tienda, ni de la increíblemente baja calidad de la documentación (es increíble cómo los miles y miles de megas que ocupa pueden resultar tan completamente inútiles, pero así es).

Finalmente se trata de ponerlo todo en una balanza, a ver hacia donde vence. Os tengo que reconocer que muchas veces empiezo con la SP3 pero termino con el iPad por todos los motivos que os he citado en esta entrada.

Una combinación óptima sin iPad pasaría por el uso de un Kindle+SP3, cosa que a veces me fuerzo a utilizar durante algunos días. Aquí el mayor inconveniente que veo es que la aplicación de Amazon para la SP3 (la versión Metro) es una mierda pinchada en un palo, y si no a los comentarios del programa en la tienda os remito. Por lo tanto tengo que tener a mano tanto la SP3 como el Kindle (teléfono aparte), mientras que con el iPad sólo tengo que tener este a mano (ni siquiera el teléfono, porque puedo responder las llamadas desde el propio iPad).

Como todo, está en poner las diferentes cosas en cada lado de la balanza y ver a qué lado se vence.

Por RFOG | 12 Comentarios | Enlaza esta entrada
contacto@wintablet.info tema WinTablet.info por Ángel García (Hal9000)