La semana pasada os comenté en la primera parte de mi review lo que fue mi primer fin de semana con el Surface 3 Pro que nos prestaron para la review. En este nuevo artículo os comento como ha ido mi semana laboral posterior (de lunes a viernes) con el dispositivo antes de que se lo pasara a Juan Luis Chulilla para que hiciese sus revisiones.

Allá vamos. Ya sabéis que va a ser largo (seguro) pero interesante (espero).

Tarde del domingo 2 de noviembre

Nos habíamos quedado que me iba a casa de mis padres a comer y me llevaba mi el Surface 3 Pro para poder cargar las actualizaciones más rápido gracias a que mis ancestros tienen en casa fibra óptica de 100 Mbps. Gracias a ella pude instalar el casi ¡¡¡gigabyte!!! de actualizaciones que precisa el Surface 3 Pro según nos llegó para ponerse al día. Una primera actualización de 600 MB de una primera tacada y una sucesión de varias más posteriores hasta alcanzar el casí gigabyte de actualizaciones. Madre mía. ¿Entienden por que esperé a tener buen acceso?

Sinceramente esto en OSX no me pasa. Saco el equipo de la caja y las actualizaciones no son tan pesadas. Pero bueno bien está lo que bien termina puesto que las actualizaciones dejaron el equipo 100% operativo incluido el botón superior del stylus que ya funcionaba después de las actualizaciones tal y como me había advertido que pasaría Rafael Ontivero (RFOG, otro de los editores de esta Santa Casa).

¡Qué gozada es usar el Surface 3 para leer comics! Tengo instalado el Astonising Comic Reader y es una gozada leer The Walking Dead en el tablet con una pantalla 3:2 casi casi del tamaño de un A4.

Me pasé buena parte de la tarde/noche del domingo leyendo comics en el Surface.

Lunes 3 de noviembre

Los lunes procuro tenerlos tranquilos en el trabajo y usé relativamente poco el Surface. Estuve trasteando con OneNote y navegué bastante por Internet con el Internet Explorer de ModernUI. Se que varios editores de Wintablet están en contra de usar IE en ModernUI y prefieren la versión de escritorio, pero la verdad es que yo no tengo los problemas que ellos manifiestan y soy mucho más productivo con el IE de «Metro» que con el de escritorio debido principalmente a la forma de seleccionar las pestañas, de un modo gráfico con miniaturas, mejor que con tabs. Yo soy un exagerado de las pestañas en el navegador. Siempre tengo muchas (7, 8 o incluso más) abiertas al mismo tiempo, y el interface de pestañas de IE en ModernUI me ayuda a ser productivo.

En lo que respecta al Surface en eso se me fue la jornada laboral.

Al llegar a casa tenía mensajes de Telegram de Ivan Alexis que seguía con sus planes de dominar el mundo y tenía una duda sobre Hangouts de Google, así que me tocó instalar Google Chrome en el Surface. La manía de configurarse como navegador por defecto hace que Internet Explorer para ModernUI desaparezca, pero se soluciona arrancando Internet Explorer en el escritorio e indicando en la configuración que vuelva a ser IE el navegador por defecto.

Si en el fin de semana el programa que usé para comunicarme fue mayoritariamente Skype, entre semana fue Hangout. Hicimos un largo Hangout sin grabación donde estuvimos trasteando con características de Hangout y uso de varias cámaras y como cambiar entre ellas. En un momento dado unimos a la conversación a Rafa Ontivero para liarle en los planes de Ivan para dominar el mundo.

El Surface se portó como un campeón. Obviamente se calentó como cuando usé en el fin de semana Skype, pero nada peligroso ni espectacular, tan solo el calentamiento que cabe esperar de un equipo tan fino pero potente.

Martes 4 de noviembre

Tenía planeado una reunión temprana con proveedores de sistemas de marketing por SMS y email, así que comprobé que mi OneNote estaba actualizado con las notas de mi trabajo y cree la página en OneNote para la reunión escaneando con OneNote (ModernUI) los documentos que iba a usar en ella. Es una gozada esa facilidad que tiene OneNote ModernUI y que no tiene OneNote de escritorio de poder usar desde el propio programa una versión PC de One Lens para escanear documentos, pizarras o fotos directamente a un documento de OneNote.

Durante la reunión le quité el teclado a la Surface 3 Pro y eché el kick-stand (la pata de cabra) hacia atrás del todo para tomar notas en horizontal tal y como hacía en el Dell Venue 11 Pro, pero con el plus de tener una inclinación que me hace muy cómodo escribir con el stylus.

Los proveedores venían con sendos iPad, el del ejecutivo senior con una funda teclado. Al terminar sus presentaciones y en la habitual distendida charla posterior este ejecutivo, que no había dejado de mirar en todo el rato mis maniobras con el tablet, me preguntó directamente cual era este tablet. Le expliqué que era un Microsoft Surface 3 Pro que me habían dejado por ser blogger, youtuber y podcaster. Les hablé de esta web y le pasé un enlace a mi Twitter para leer lo que publico.

Me tuve que extender varios minutos con el tema del Surface y mostrándole lo bueno que es y lo interesante de tener un stylus en el tablet. Sería la primera de muchas demos que he tenido que realizar en la semana.

El resto de la jornada laboral lo dediqué a navegar y trastear con el Surface pues no tuve más reuniones. Bueno y a hacer mi trabajo con el Lenovo Dual Pentium (WOW!!!!) que tengo en la oficina.

Miércoles 5 de noviembre

Reunión con informática. Era el momento de la verdad, llevar el Surface a una reunión con los «raritos». Es curioso pero mi empresa es el mundo al revés. Generalmente los informáticos de las empresas son los frikis que quieren probar nuevas tecnologías y son los directivos de la empresa los que les paran los píes. Pero en mi empresa son todo el mundo quien quiere probar cosas nuevas y es informática quien se resiste al cambio. «Acomodados y adocenados» son las palabras que me vienen a la mente.

Así que la reacción es la predecible. Miradas y poco más. Solo al final el menos adocenado de ellos, curiosamente el mayor de edad y rango, preguntó brevemente sobre el equipo. El usa un iPad con funda teclado por lo que el Surface con la pata de cabra tumbada a tope y el stylus le llamó la atención.

Yo en la reunión esta vez usé OneNote versión escritorio pues me permite grabar el audio (siempre útil en mis batallas con IT) y poner comentarios de texto que se sincronizan automáticamente con el audio de modo que se generan enlaces sobre los que si posteriormente haces click va directamente a ese punto del audio para reproducir. Es una característica que no conocía de OneNote de escritorio y que mola.

Al llegar a casa tenía grabación de un podcast. Como dije esta semana he realizado varios Hangouts. En esta ocasión era una colaboración con «Por que Podcast» para hablar de las supersticiones.

Para el audio procedía a conectar a la toma USB del equipo mi mesa de mezclas Behringer Xenyx 502 mediante el uso de una tarjeta de sonido externa USB, la UCA 200 también de Behringer. Este hardware sumado a los cascos y al micrófono dinámico conforman parte del Behringer Podcastudio que es mi solución de grabación de podcasts y audio en general. Ya he hablado en muchos artículos de él. La verdad es que el Surface reconoció y comenzó a usar el nuevo hardware según lo pinché. Esa es la magia de los tablets con Windows.

Este Hangout en concreto incluía dos partes. Una primera que se emite en directo a modo de trailer y una segunda parte que ya no se emite y que se graba el audio para luego editarlo en formato podcast.

El caso es que en esa segunda parte hubo problemas para grabar por parte del equipo de «Por que podcast» y para tener un backup del audio me ofrecí a grabarlo yo también. Ahí vino la potencia del Surface 3 Pro a salvar el día. Mientras estaba en funcionamiento el Hangout bajé e instalé Audacity. Este es un programa muy potente pero gratuito y de código abierto, que está pensado para la grabación y edición de audio.

Impresiona el Surface 3 Pro con tan solo una CPU i5. Mantuvo el tipo en todo momento, y eso que el Chrome es el devorador de memoria que es, pero las 4 GB de RAM del equipo aguantaron el tirón. Pude, en tiempo real, instalar Audacity (que es una aplicación Win32) en el escritorio mientras que mantenía la videoconferencia de Hangout sin un solo corte.

Pero no solo eso. Lancé Audacity, grabe un trozo, lo paré, escuché el resultado para contrastar volumenes, y todo eso mientras Chrome seguía ejecutando Hangouts. Sin problemas. Puse de nuevo el Audacity a grabar y tuvimos un Hangout de algo más de dos horas con el Audacity grabando. Posteriormente, terminado el hangout, edité brevemente el mamotrético archivo de Audacity, lo exporté a MP3 y lo subí al área pública de mi OneDrive. Entonces obtuve la URL y se la remití a Jorge alias «Eove» el coordinador del equipo de «Por que Podcast» para que lo tuviese por si había problemas con el audio original. Curiosamente luego me comentaría que el Audacity en el Surface grabó mejor la voz de alguno de los participantes y usó el archivo bastante en la copia final del podcast que estará disponible para el público a mediados de este noviembre.

Jueves 6 de noviembre

Un par de los directivos de mi empresa pasaron por cerca de mi mesa y me vieron trastear con el Surface. Querían una demo. Ellos son los responsables de la relación con los inversores en la Bolsa en mi empresa (que es del IBEX 35) por lo que están muy acostumbrados a la movilidad.

Lo que siguió fue una demo muy efectiva de OneNote, Office Online, correo, calendario, OneDrive y un mix donde pude mostrarles todos los puntos fuertes del equipo. Con teclado, sin teclado, usando el teclado virtual con el tablet tumbado sobre la pata de cabra, usando el teclado de reconocimiento de escritura.

Un buen tour completo donde les mostré el equipo. Pero ya sabemos lo que pasa en las presentaciones. Momento «problemas del directo» al usar el botón del stylus. Simplemente no funcionaba. Mierda. ¿Por qué? Pero vamos tengo muchas tablas presentando como para no salir airoso del momento. Simplemente dije que como lo estaba probando a saco y había trasteado con los drivers se le había ido un poco la pinza al stylus. Mentira, pero mentira plausible, así que coló.

¿La realidad? La realidad es que el stylus dejó de funcionar, la parte del botón, y no entendía el motivo. El stylus funciona de un modo y el botón funciona por bluetooth, así que como lo que no funcionaba era el botón me fuí a la configuración del bluetooth y sorpresa, no aparecía el lápiz.

Tuve que volver a sincronizarlo cosa que se hace pulsando el botón del stylus de un modo permanente por siete segundos hasta que se enciende una luz en el stylus (entre los hierritos de la pinza de sujeción) y problema solucionado.

Pero vaya tela. Windows 8 en el Surface se «olvida» del botón del stylus por bluetooth. «Epic fail». A ver, que es una de las mejores características el producto, lo de poder hacer click con el tablet en stand-by y tomar una nota rápida, o la facilidad de hacer impresiones de pantalla (incluso en modernUI) haciendo doble click en el botón del stylus, es una gozada. Pero esa gozada se pierde si cada X tienes que volver a emparejar el stylus con el Surface porque a Windows 8 se le «olvida» el stylus.

Al volver a casa, como todos los días durante esta prueba, conecté el equipo al monitor externo y me puse con lo que hago generalmente, leer el correo, contestar comentarios en los foros y webs que sigo, Facebook, Google+, etc. Como ya comenté lo conectaba al monitor Dell externo que uso normalmente con el MacBook Pro, y por bluetooth con el teclado inalámbrico de Apple y con su Magic Trackpad.

El driver del Magic Trackpad lo instalé de un modo digamos alternativo, y llegado el jueves ya no funcionó y pese a mis intentos tuve que seguir el resto de la semana usando un mini ratón por USB que tengo siempre por aquí para emergencias.

Una de las cosas que hice fue instalar el cliente para PC del programa de mensajería instantánea Telegram. El competidor de Whatsapp (que yo llamo de broma el Whatsapp de los adúlteros pues permite borrar conversaciones de un modo inmediato) tiene como ventaja que se puede instalar en todo tipo de dispositivos y contra la misma cuenta que tenemos en el teléfono, de modo que podemos iniciar una conversación en el teléfono, seguirla en el tablet y terminarla en el Mac o en el PC sin ningún problema. En el caso de Windows el programa es Win32, o sea de escritorio, y no existe una versión modernUI.

El tema es que me instalarlo me mostró lo mal que funciona Windows 8 a la hora de gestionar varios monitores comparado con OSX. Me gusta usar el monitor del MBP para tener cosas como el correo y el Twitter mientras que uso la otra pantalla, la externa, la grande para navegar con Chrome. Pues bien. En el Windows 8 tenía en la pantalla del Surface, partida en dos, con el Twitter usando un 25% de la pantalla y el programa de correo usando el 75% restante. Programa de correo que odia RFOG, pero que a mi me funciona. Perdona la frase que se que odias Rafa. Por supuesto la he dicho aposta.

En la ventana externa tenía el Chrome (Win32) arrancado para navegar y ver cosillas en Internet.

El problema es que el escritorio Win32 en realidad toma las dos pantallas, y con esa configuración donde yo uso el Win32 en solo la pantalla de la derecha, pasan dos cosas. La primera es que los iconos del escritorio tienen a quedarse en el monitor izquierdo pues que por defecto los iconos comienzan a llenar el escritorio de izquierda a derecha. Lo segundo que pasa es que si arranco una aplicación, por defecto, se va al monitor izquierdo y he de moverla a mano al monitor derecho y abrir luego otra vez en el izquierdo las aplicaciones metro que tenía abiertas por el método de deslizar desde el borde izquierdo del equipo.

Vamos un incordio.

Por otro lado, en metro, es muy complicado e inconsistente trabajar con dos pantallas. Nunca sabes en que monitor se van a abrir, es complicado ponerlas en uno u otro monitor, y como digo si ya lo mezclas con aplicaciones de win32 el embrollo es farragoso.

Para terminar el día eche varias partidas a Asphalt 8 Airborne que es uno de mis juegos preferidos en tablet Windows. Impresionante la diferencia de como se mueve el juego en el Surface 3 Pro comparado con mi habitual Dell Venue 11 Pro. La diferencia de chipset gráfico y sobretodo la de CPU se nota cuando hablamos de juegos. Bien es cierto que como Frank «Ctitanic» Garcia nos ha recordado en varios artículos el Surface 3 Pro no es para jugar, pero la realidad es que para juegos relativamente sencillos es bastante gozada.

El tamaño del tablet no es un problema a la hora de jugar puesto que pesa muy poco y por tanto los brazos no se te cansan al usar el tablet como «volante» del juego.

Viernes 7 de noviembre

Mi último día con el Surface 3 Pro antes de pasárselo a Juan Luis Chulilla para su revisión. Ay que dolor. He llegado a amar ese equipo.

En la oficina tenía clase de inglés, como cada 15 días, tres horas largas. En inglés uso mi tablet Dell para llevar los documentos sobre los que tratamos, para escanear los documentos que nos pasan, y como cuaderno de notas. Es una gozada estudiar con un tablet Windows. Tienes OneNote que es «la herramienta» de los estudiantes. Ahí puedes llevar tus documentos, tomar nota sobre ellos, escanearlos, e incluso grabar el audio o el vídeo de la clase mientras tomas notas. Solo de imaginar volver a mis días de estudiante teniendo esta herramienta hace que desee volver a estudiar.

Y eso es lo que hago en clase de idiomas, estudiar.

He estado toda la semana usando el tablet para tomar notas en posición horizontal, pero para leer lo usaba en vertical como comenté en el capítulo anterior. Me dí cuenta en la clase de inglés que estaba haciendo literalmente el tonto. Este tablet tiene una pantalla que aparenta una superficie de una hoja DIN A4 casi. Lo suyo es usarlo en posición vertical, y eso hice durante la clase de inglés. Además la relación 3:2 de la pantalla invita aun más a usarlo en esa posición.

Pero… entonces noté uno de los pocos problemas del Surface 3 que no son achacables 100% al Windows 8. El botón de Windows no se desactiva al acercar el stylus a la pantalla lo que hace que si lo pones del modo natural en vertical, esto es con el botón en la parte de abajo, cuando vas llegando a la parte de abajo del «papel» si rozas con el dorso de la mano el botón, aunque tengas el stylus en pantalla, el botón actua y te saca de OneNote. Tema solucionado como cuando me pasa con el Dell, girando la pantalla para dejar el botón en la parte de arriba del «papel». Fácil, pero molesto.

Supongo que es un tema que no es de hardware, en realidad debería solucionarse en el driver del stylus, no se. Pero la realidad es que mientras el tablet detectase el stylus en la pantalla debería desactivar el botón capacitivo. En realidad si que es un problema de diseño de hardware. No debería ser un botón capacitivo sino uno que hubiese que presionar para activarlo, no solo tocarlo o rozarlo.

Otro problema de hardware del Surface 3 es que el botón de encendido es demasiado sensible. En una ocasión al sacar el tablet de la bolsa, esta estaba caliente y el tablet también. Yo había metido el tablet con el botón de encendido hacia abajo, pues por la forma de llevar el stylus cogido al teclado funda es lo que me parecía más natural, y me encontré con que en esa posición el tablet se enciende al mínimo contacto del botón con el fondo de la bolsa. Y claro el tablet encendido dentro de la bolsa se calienta bastante. Recomiendo meterlo en la funda con el botón de encendido hacia arriba para evitar más contactos accidentales.

Pero bueno estábamos en inglés. Como digo tomo notas, pero también consulto diccionarios en inglés en el tablet mientras lo uso. Una gozada como digo.

Cuando terminó la clase escanee los documentos que me habían dado con la opción que para ello da OneNote ModernUI. No entiendo porque no tiene esa opción en la versión escritorio que generalmente es más completa.

Luego me puse a teclear parte de esta artículo. Para ello puse el equipo sobre la mesa y el teclado en posición inclinada y noté algo que hasta ahora no había notado pues usaba el teclado en posición total sobre la mesa. Al ponerlo en inclinado sobre la mesa se genera una caja de resonancia de forma triangular debajo del teclado lo que provoca que al teclear se escuche un sonoro y molesto «tap tap tap tap». Resulta bastante peculiar/molesto.

Otra cosa que aprecié es que al poner el teclado en esa posición se tapa el borde inferior del tablet, por lo que el gesto que habitualmente hacemos de deslizar el dedo desde el borde inferior hacia arriba para abrir el menú, ya no es posible hacerlo, o es muy difícil al menos.

Al cabo de un buen rato quejándome por esto recordé que para sacar el menú también podemos deslizar el borde superior hacia abajo. El problema es que es contra intuitivo puesto que deslizamos el borde superior hacia abajo y sale el menú de abajo hacia arriba en el borde contrario. Además no recordaba que esto lo habían cambiado para poder hacerlo así pues en las primeras versiones que probé de Windows 8 antes incluso de su salida, algunas aplicaciones tenían el gesto de deslizar el borde superior o el borde inferior para dos tareas distintas.

El caso es que en mi tablet Dell Venue 11 Pro, sin necesidad pues no tiene la posibilidad de tapar el borde inferior, parecen haber pensado en esto e incluido en el teclado una tecla para desplegar el menú hacia arriba y otra para desplegar el menú de la izquierda con las que no cuenta el teclado del Surface 3 Pro. Comunes a ambos teclados, eso si, son las cuatro teclas para los «charms». Pero estas dos teclas adicionales en el teclado del Dell me parece que son muy buena idea.

Teclado del Dell Venue 11 Pro

Teclado del Microsoft Surface 3 Pro

Y con esto llegó el momento inevitable de preparar el tablet para el próximo usuario.

Lo primero que hice fue comprobar que OneNote había sincronizado a la nube los últimos cambios. Es una gozada que puedas prescindir del disco duro hasta el punto de poder pasar de un tablet a otro o de un equipo Windows 8 a otro sin necesidad de hacer «backup y restore» de datos.

Una vez comprobado fuí a la opción de «Actualizar y recuperar» del Windows 8 modernUI y dentro de la opción de «Recuperar» tomé la opción «Quitar todo y restaurar Windows» que borra todos mis datos personales y deja Windows listo para ser reinstalado.

Procedí por tanto al borrado del equipo, que no llevó mucho tiempo, unos 10 minutos, dejando el tablet en el punto donde pregunta el idioma a usar. Lo apagué con el botón y listo.

Con una valletita de limpiar gafas limpié concienzudamente la pantalla del tablet y también el teclado pues las teclas, como se puede ver en algunas de las imágenes del artículo, toman más grasa que la propia pantalla en sí. Esto con el teclado del Dell Venue 11 Pro que es más «mate» y tiene una textura como de grano no pasa. En el Surface 3 Pro sí. El teclado es un poco sucio a ese respecto. Pero nada que una pasadita con la valleta de limpiar las gafas no solucione.

Vuelta a empaquetar el teclado, tablet, cargador y cable en su caja y listo para entregarlo.

Por la tarde visita a domicilio al amigo Juan Luis Chulilla que aunque tenía preparado una cámara para grabar la entrega y conversar sobre el equipo, terminamos hablando de cosas no relacionadas con la informática y a disfrutar de unos excelentes quesos y cervecita. Ni que decir tiene que estamos los dos con una más que aparente curva de la felicidad en nuestras panzas.

Ya tendremos tiempo de comparar experiencias en el próximo hangout del jueves 13 de noviembre de 2014 a las 22.30 donde trataremos de los «wearebles» y además compartiremos con vosotros nuestras experiencias de uso del Surface 3 Pro.

Si que pude, eso si, comparar el Surface 3 Pro con el Samsung Galaxy Note Pro 12.1 que tiene Juan, pero obviamente dejo hablar de esa comparativa al compañero pues a buen seguro lo hará en alguno de sus múltiples artículos que está escribiendo.

Conclusiones

Espero que estos dos largos artículos (algo más de 7.000 palabras entre los dos, estos no son artículos de pago a 5 euros, no) os hayan sido interesantes al menos para ver que uso se le puede dar a este equipo y cuales son sus pros y sus contras.

Resumiendo estos, el equipo tiene pocos contras. El tamaño en mi opinión, era muy crítico antes, es grande para trasladar el equipo, al menos más que mi tablet de 10 pulgadas, pero debido a la ligereza del mismo y a lo fino que es, la realidad es que ese gran tamaño no se hace excesivamente problemático en ningún momento, bien al contrario, es muy de agradecer tener esa superficie de pantalla extra.

Por otro lado, el teclado esta bien diseñado a falta de añadir un par de teclas que considero útiles y que si tiene mi más barato y menos potente Dell Venue.

No tener sitio para meter el stylus es un problema que ya tengo en el caso del Dell, pero que en el por ejemplo Note Pro de Juan Luis o en mi Note 10.1 no tenemos pues se introduce dentro del equipo. No se si en este caso hubiese sacrificado grosor para poder meter el stylus. La verdad es que el grosor de este Surface es muy bueno y más grueso lo haría inmanejable debido a su tamaño. El stylus quizás podría hacerse más fino si se hubiese usado una tecnología que no requiriese pilas en el stylus. No se. Al final ese es el motivo por el que Samsung si puede meter los stylus dentro del equipo.

El botón capacitivo debería o desactivarse cuando se acerca el stylus a la pantalla o directamente ser un botón mecánico para evitar que el natural roce de la mano.

¿Lo peor del Surface 3 Pro? ¿Con diferencia? Windows 8. Lo peor del Surface 3 Pro es Windows 8, sí. Con diferencia, insisto, es su peor problema. (¿Ves como si lo diría Rafa?). Windows 8 tiene un comportamiento errático en muchos casos, las aplicaciones no funcionan bien en muchos casos y gestiona bastante mal algunas cosas como el bluetooth, el wifi, y sobre todo las múltiples pantallas.

Pero tranquilos ya está llegando Windows 10 a solucionar muchos de estos problemas… o no, pues hay algunos problemas que no solucionará y uno de ellos es lo bien que integran otros fabricantes el stylus en su sistema operativo y lo poco que lo integra Microsoft, curiosamente el garante número uno (si no inventor) del stylus en los tablets. Solo tenemos que usar unos días un tablet Android de la marca Samsung y del modelo (o modelos) Note para ver la de cosas que puedes hacer con un stylus a nivel de sistema operativo y lo lejos que aun está Microsoft de poder hacer.

Pero hablábamos del Surface. Ya vimos los contras. ¿Y los pros?

Realmente sustituye a tu portátil y a tu tablet. Yo desde el día que entró el equipo por la puerta decidí dejar de usar mi tablet Dell y mi portátil MacBook Pro y usar solo el Surface. Prueba superada, y con nota. Hasta el punto que me he planteado seriamente vender los dos equipos y comprar un Surface 3. Quizás lo haga, no se, no oculto que me gusta mi portátil con OSX, pero es tentador tener un único equipo para todo. Muy muy tentador.

La experiencia de escribir, por otro lado, es alucinante. En el Dell el deslizar del stylus sobre la pantalla es equivalente a resbalar sobre hielo. En el Surface 3 Pro es una sensación 100% similar a escribir en papel. Brutal como han diseñado a ese respecto la pantalla y el stylus. Una sensación ideal. No hay otra palabra. Lo pruebas y te enamoras. He leído muchas quejas de usuarios de otros wintablets al respecto de que la sensación rara de escribir en pantalla hace que la letra no les salga natural. Eso con el Surface 3 Pro no pasa. Así de sencillo. La sensación es idéntica al escribir en un papel y tu letra sale también perfecta.

La potencia del equipo es otro de sus puntos a favor. Es una gozada usar ea potencia en un tablet. Ojo, ya lo hemos dicho por activa y por pasiva, si quieres esto para sustituir a un portátil de «gamer» te vas a estrellar. No es para eso este equipo. «Casual gaming» sí, perfecto, «hardcore gaming» no, cómprate otro equipo. El Surface 3 Pro es ideal para sustituir otro tablet y portátiles de estudio o profesionales, no para «gamers».

Pero esa potencia aplicada al día a día es impresionante. La sensación de poder trabajar en movilidad y llegar a casa y usando un dock o simplemente un replicador de puertos USB y una pantalla externa y seguir trabajando es estupenda.

Eso sí, echo en falta algún puerto USB más por lo que sí que hace falta un hub USB, pero por lo demás trae las conexiones necesarias.

Como he dicho el peso es perfecto y el tamaño aceptable, pero y ¿el precio? Bien no ocultaré que dije que era un producto caro. Muy caro fueron mis palabras exactas. Pero es que al decirlo no creía que pudiese sustituir a mi portátil y a mi tablet a la vez, y si que lo es. Perfectamente posible. Entonces ya comparo con el precio de un tableto (android o Apple) y un portátil y el precio no es tan elevado. Bueno, un poco si, pero ya solo unos 100 o 200 euros de más. Aunque claro viviendo del mundo Apple (mi MBP costó 3.000 euros) pues en realidad me resulta hasta barato.

En fin, una lástima tener que devolver este equipo y como conclusión final decir que espero poder volver a tenerlo entre las manos cuando salga Windows 10 pues creo que le va a hacer mucho bien ese nuevo sistema operativo a ese equipo.

GRACIAS a Microsoft Ibérica por el préstamo del equipo que nos ha sabido a poco, pero que nos ha dado tiempo a sacarle los pros y los contras en un uso real.

Adios Surface 3 Pro, adios, snif snif (lagrimita)

P.D.: A diferencia del anterior artículo este ha sido maquetado en el MBP en vez de en el propio Surface 3 pues ya lo había devuelto, pero el texto si ha sido tecleado en su mayoría en él con su teclado funda. Las imágenes del artículo pueden ser cliqueadas para hacerlas más grandes y en este enlace tenéis todas las fotos y algunas más no empleadas en los artículos para que podáis trastear con ellas.