Como alguno ya conocéis, soy un obseso de los teclados. Siempre ando a la búsqueda del teclado perfecto, de ese que me haga disfrutar aún más mientras escribo. De ese tacto firme pero no de piedra, de ese recorrido fluido y profundo, y de un tamaño que no me cause problemas con los bastos a los que llamo dedos. ¿Qué tal me ha ido con la type cover?

El teclado tiene un tacto sorprendente. Comparado con otros teclados ultradelgados que he utilizado, el recorrido de las teclas es profundo y la resistencia adecuada. No llega a la de los teclados clásicos, pero es que no hay espacio para implementar algo así. El tacto más cercano es el de mi querido Envy 13 del año 2010, a años luz de los tecladillos para timoratos que ahora están de moda. No quiere decir con esto que el teclado se aproxime al tacto mecánico, pero hay límites físicos a este respecto… y sólo los elegidos apreciamos el teclado mecánico.

El tamaño de las teclas es magnífico. Entiendo que han mantenido el diseño maximizando de teclas (vs. El de isla o chiclet que ha popularizado Apple), y para los que tenemos las manos llenas de dedos es una ventaja. Diría que es preferible a esos malditos teclados de chiclet con teclas óptimas para dedos femeninos. Aprovecho para ciscarme en el corrector forzado, que me cambiaba chiclet por chicle y casi cuela.

Otro aspecto aparentemente menor, pero que me satisface, es la forma de la tecla Intro o Enter. En lugar de la moda que también ha impuesto Apple, de una tecla horizontal, el Enter de la type cover ocupa dos filas, y es más amable con el dedo que se lanza a la derecha.

Mahjong se chinó con el sonido cuando el teclado hace de caja de resonancia. A mí me ocurre todo lo contrario, porque me encanta regalar el oído de mis allegados con mi alegre mecanografía. Pero si os pasa lo que a mahjong, tiene solución cuando estás encima de una mesa: basta con no apoyar el teclado sobre la base del tablet, sino firme sobre la mesa. Sencillo, pero funciona.

Diría que el teclado es óptimo para lo que se puede esperar de un equipo así. Tiene un tacto realmente adecuado y me está permitiendo alcanzar mi velocidad habitual de tecleo, razonablemente elevada.

El teclado es complementado por la pata de cabra. He de decir que me importa realmente poco el nombre oficial, o siquiera el nombre fino. Es una pata de cabra, y ofrece el mismo y útil servicio. Estaba escéptico respecto a escribir en el sofá (como estoy escribiendo ahora mismo) o en una silla, pero ya os conté en otra de las entregas que no es tal problema. De hecho, los ángulos de la pata de cabra le dan más utilidad para más posiciones de lo que pensaba.

Inclinado a tope le da una posición adecuada para usar el teclado virtual. A este respecto, he de decir que el teclado virtual de metro me parece que se ha quedado atrás respecto a lo que podemos encontrar en Android con swype, por ejemplo. No poder pintar las palabras retrasa un poco en ciertas condiciones, y el corrector es demasiado todo o nada. No digo que sea malo, y de hecho la mitad de este post lo he escrito con el teclado virtual, pero es mejorable y tiene que ponerse al día.

Sea como fuere, es un problema relativo, porque la type cover es la mejor opción en la práctica totalidad de las ocasiones. Cuando la he vuelto a conectar, casi me sale un suspiro de alivio. Aunque no era para tanto, lo cierto es que lo que más voy a echar de menos del SP3 es su teclado, y no me lo esperaba. Ojo, es porque encaja en mi método de aporreo, digo de tecleo, pero por las mismas diría que le va a encajar a mucha gente. Me encantaría que lo probará Quique para compararlo con su MBAir. Yo lo comparo con mi chromebook baratito y no hay color, en modo alguno.

Otra cosa es el touchpad. El tacto es adecuado, y el tamaño es el que se puede, pero no me acaba de convencer. No siempre funcionan los gestos con dos dedos, no me gusta la mierda de moda actual, copiada de Apple, de no poner botones independientes, y el botón derecho me parece incómodo. Como veis, muy subjetivo: me fastidia que la industria se esté dedicando a no cumplir eso de «si funciona, no lo toques».

De hecho, a este teclado le habría venido de vicio un viejo, pasado de moda y maravilloso trackpad: unido a tres botones, ofrece la acojoexperiencia que ofrecían los mejores teclados de portátiles de la historia, los teclados de thinkpad. De hecho, el primer Core M de Acer va a llevar un trackpad.

El teclado es esencial para los profesionales, y muy conveniente para los usuarios que hagan algo más que el moñas con sus PC. En este sentido, el SP3 con su type keyboard cumple sobradamente. Me llama la atención que no se haya destacado más el tacto y recorrido de las teclas en las reviews. Quizás sea porque los teclados que no sean chiclet no están de moda, y la desgracia de los últimos años es que la moda se antepone a la función, como hemos comprobado en la gili-moda de la anorexia tecnológica.

El teclado del SP3, unido a su lápiz, ofrecen una experiencia rica, variada y de hecho fuera del alcance de la mayoría de los equipos. Para reuniones, o para ingenieros o creativos, me parece un equipo con una cantidad de ventajas muy importante. Lo que espero cada vez más intranquilo es a que la siguiente generación mejore la duración de batería (Aún a costa de potencia), para que el equipo me resulte irresistible. Una vez más, reconozco que he cambiado mi opinión sobre el SP3 después de probarlo estos días.