1Como habréis imaginado, las noticias de mi defunción eran bastante imprecisas. Eso o que escribo esto desde el más allá, cualquiera sabe. En fin, que como comenté en algún lado, rompí la pantalla de mi 1520 del modo más tonto que se le pueda ocurrir a uno, así que, mientras me la arreglan (220 ñapos del ala porque hay que cambiar todo el frontal), decidí pasar por caja y comprarme un 535 dado que se trata de un terminal de precio casi ridículo y prestaciones de gama media.

Por lo tanto, si queréis leer mis apreciaciones sobre el mismo, seguid leyendo.

Cuando lo saqué de la caja lo que más me sorprendió fue su tamaño. Evidentemente, acostumbrado al 1520 y al iPhone 6+, resulta pequeño, pero comparado con el 520… bueno, ya os lo podéis imaginar. También lo puse lado a lado con el iPhone 6 (sin plus) de mi novia. Ved la foto.

Uno cuesta entre 7 y 9 veces menos que el otro. Creo que no0 hacen falta más descripciones. Añadamos el precio de una micro SD y tendrás un equivalente, al menos en tamaño de pantalla y casi en rendimiento, que no en calidad de materiales y pantalla dado que la resolución del 535 es la justa para que el texto y los gráficos se vean bien. Nada que se le equipare a un iPhone o a cualquier otro dispositivo de esa gama, pero seguro que más que suficiente para la mayoría de la gente.

No es que el 535 esté construido con materiales de baja calidad, no. Si tenéis un 520 no vais a encontrar casi diferencia en construcción entre uno y otro. Eso sí, dando pábulo al tema del doblado de teléfonos, el 535 parece mucho más frágil que cualquier otro teléfono. De hecho con solo aplicar una pequeña presión se bandea. Eso no quiere decir que se vaya a doblar. Lo único que quiere decir es que es bastante flexible y que a lo mejor por eso se doble menos que otro terminal de similar tamaño.

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¿Qué es lo mejor del terminal? El que tenga dual SIM. O más bien la forma con la que funciona el tema. Si os fijáis en la captura de abajo, veréis que tengo metido en una carpeta de tiles los cuatro elementos de las dos SIM. Un programa de mensajes para cada número para los SMS y otro para las llamadas, numerados con un 1 y un 2 chiquitito a su izquierda.

Cuando recibes una llamada, en la pantalla te sale por qué línea está entrando y los cuatro últimos dígitos de la SIM por la cual esté entrando la llamada. Para llamar haces lo mismo: elijes por dónde quieres llamar y llamas. Si abres desde la agenda, al lado de los números de teléfono del contacto, tienes un pequeño botón para elegir con qué línea quieres llamarlo, tal y como vemos en el contacto de nuestro editor, y cuando tocamos el número de teléfono, se produce la llamada.

Eso es lo básico. En la parte avanzada podemos configurar muchas cosas interesantes. Si nos vamos a la configuración y elegimos RED+, tendremos acceso a cosas tan chulas como elegir qué plan de datos se va a usar como conexión 3G, pero sobre todo a configurar qué courre cuando una de las dos líneas no está disponible. Aquí podemos decirle al teléfono que si la línea 1 no está, se haga una redirección a la línea 2, o viceversa, o ambas cosas a la vez.

Tampoco es que haya manejado muchos terminales con dos SIM (más bien este es el primero de todos), pero considero que son cosas interesantes. Otra cosa es que todo eso funcione bien, que no lo sé a ciencia cierta ya que en mis pruebas, llamando a la línea 1 me daba que el teléfono estaba apagado o fuera de cobertura cuando lo tenía yo en la mano y activo.

O que saltara la llamada pero que el teléfono no hiciera ningún sonido ni vibrara… Conociendo a Microsoft no me extrañaría que hubiera algún tipo de ñapa por ahí dentro. De todos modos vamos a asumir que la cosa funciona bien.

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Otra de las limitaciones que le he encontrado es que 8 GB de disco interno es muy poco para la cantidad de aplicaciones que tengo instaladas (no tantas, unas 100). De hecho no había recuperado ni la mitad cuando empezó a quejarse de falta de espacio en disco, cosa que rápidamente solucioné insertando una micro SD de 32 GB y moviendo todas las que pude a ella. En estos momentos, en la unidad interna tengo unos 2,86 GB libres, con 3,25 GB ineludiblemente para sistema y otro medio para aquellas aplicaciones que no se dejan mover a la SD.

Esto tiene un pequeño problema: cuando lanzas una aplicación a veces el teléfono se queda un poco enganchado hasta que reacciona. Supongo que esto se debe a que la SD, pese a ser de Clase 10, es mucho más lenta que la unidad interna.

De todos modos, para un teléfono de ciento y poco euros, ¿qué queréis que os diga? Mejor que cualquier otro androide baratuno, con la ventaja de que este no se va a ir volviendo progresivamente lento con el tiempo.

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La pantalla tampoco es para tirar cohetes, acostumbrado como estoy a los gama alta. Pero resulta más que suficiente para un uso normal. Si no te fijas no ves el escalado del texto, ni otras imperfecciones mejoradas por la tecnología ClearType de Microsoft.

En otras palabras, que si no eres un tiquismiquis de la calidad de una pantalla, no tendrás problema con esta.

Eso sí, he detectado un problema que aparece de forma completamente aleatoria y que curiosamente cada vez pasa menos, lo que me hace pensar que no es un problema del sistema táctil y sí de algo interno al sistema operativo y que hace que deje de atender al táctil para realizar otras tareas intensivas que solo ocurren cuando inicializas el terminal (posiblemente algún tipo de indexado).

Ya habréis supuesto que el problema es que a veces el scroll no funciona bien, dando grandes saltos o ninguno.

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Con el GPS activo, el consumo de batería es del orden de un 5% por hora, cosa que considero excesiva. De todos modos todavía no he podido medir la tasa de descarga porque lo tengo desde ayer, pero seguro que en una entrada nueva os contaré más cosas sobre esto ya que es una de las cosas que más me preocupan de este terminal porque, aparte de dos SIM, también tiene que trabajar mayormente con la SD, lo que significa más gasto de energía.

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¿Sabéis cuál es el resumen de todo? Pues que me gusta mucho el teléfono, mucho más de lo que me esperaba y que creo que voy a usar como terminal de batalla, dejando un poco de lado el iPhone y el 1520, o más bien usando esos dos como mini tabletas y teniendo mis dos líneas de teléfono con este juguetito.

Y que si se me rompe al caerme trepando por la ladera de una montaña, o se me cae de las manos y se rompe, pues con 100 lauros tengo otro.

Ah, esta entrada ha sido escrita desde mi Surface PRO 3, sentado yo en el sofá y ella en mis piernas con Scrivener. A lo mejor es que mi reencarnación me ha hecho ver la luz.

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PS: Para los curiosones sobre cómo rompí le teléfono, os cuento la historia. Comida de Navidad en casa de mi hermana, que es una casa de campo en medio de la montaña. Sale el tema de los teléfonos. Enseño el 1520 en su funda de dos dedos de gorda. “¡Hala qué mamotreto”, y comentarios similares. Lo saco de la funda y la cosa cambia. Grande pero bonito.

Me lo echo al bolsillo tal cual, sin la funda. Sale el tema de quién puede llegar antes a un árbol que hay casi en lo alto del monte. Ya sabéis, la típica competición chorra entre machos que se creen alfa. Hala, todos al monte. El que suscribe llegó el primero, más que nada porque los demás se equivocaron de árbol destino, porque lo que se dice en forma no está.

Mientras descansa recuerda ese resbalón tonto que tuvo a medio camino y que cayó de lado. Saca el teléfono y… lástima que no se me ocurrió hacer una foto de cómo había quedado la pantalla.