Netbook Conectar Igualdad desde atrás. Se la percibe razonablemente delgada. Hay dos puertos, Uno para la fuente de poder. El otro, en el extremo opuesto, es un puerto Ethernet protegido con una tapa. En el centro, la manija de transporte contraída.

En el capítulo anterior vimos la biblioteca digital del programa educativo argentino Conectar Igualdad. Esta vez vallamos a la escuela.

Escuelas Digitales

Cada escuela beneficiada con el plan recibe un “servidor escolar”, conexión a Internet de banda ancha y una red WiFi para cubrir el edificio con una red de internet WiFi. En algunos edificios demasiado grandes sólo se alcanza a cubrir una zona. Por último, incorporan un recurso humano técnico responsable de hacer funcionar todo esto.

Cada escuela reserva un aula u oficina para alojar el servidor, hub y demás elementos, dejar espacio para que los recursos humanos técnicos hagan su trabajo, guardar las netbooks nuevas que no han sido entregadas a sus destinatarios, reparar el software de las existentes, etc.

Además, generalmente cerca del techo, se realiza el cableado ethernet y eléctrico para cubrir la mayor parte posible de la escuela, incluyendo un router WiFi por cada una o dos aula, aproximadamente. Ese cableado eléctrico es exclusivo para esos routers. Al hacerlos a elevada altura cubren mejor el espacio y es más difícil que personas mal intencionadas los alcancen y dañen.

El servidor escolar cumple muchas funciones. Recibe, almacena y redistribuye las actualizaciones de software y de contenido que le es enviado desde la cloud del Ministerio de Educación. Administra los permisos de las netbook de los estudiantes y docentes de la institución. Sincroniza la información entre el servidor y las netbook de los estudiantes y docentes y de las netbook entre sí. Y, según tengo entendido, también almacena un backup de cada netbook. Lamentablemente, no tengo conocimiento del software que utilizan estos servidores para lograr funcionar todo esto, aunque podemos imaginar que Intel Education Solutions, Microsoft y desarrollos propios basado en Linux están detrás de ello.

Mientras los docentes y alumnos se encuentran dentro de la escuela digital, gozan de acceso pleno y libre a Internet para cualquier uso que deseen sin ningún tipo de restricciones.

En las ciudades más grandes esto no es tan importante, pero en muchos barrios y pueblos periféricos estas escuelas digitales pueden ser el único lugar de conexión con el mundo. No sólo cumplen una función educativa, sino que también constituyen importantes nodos sociales para la comunidad. A decir verdad, algo tan antiguo como la historia de la educación pública argentina, actualizado con las modernas tecnologías.

De hecho, en los lugares más aislados la escuela ha sido la primera y única representación del Estado. El lugar donde se podían hacer casamientos y otras fiestas familiares y comunitarias, evacuar personas ante desastres naturales, conectarse con el mundo gracias a aparatos de radio o televisión, etc. En las ciudades más grande estas funciones sociales también existen. En pocas palabras, al digitalizar las escuelas se logran impactos sociales más amplios que la simple entrega de netbooks a estudiantes y docentes.

Aunque no he podido visitar las escuelas, entiendo que una de las debilidades es que no se ha ampliado el cableado eléctrico. Quizás en muchas escuelas existe sólo un tomacorriente por aula. Lo que implica que la mayoría de las netbooks de docentes y estudiantes no pueden cargarse y/o tienen que turnarse en el proceso.

Continuará…