Hola, amores míos. Vuelvo a las trincheras para contar unas cuantas experiencias personales sobre Microsoft, así que espero que, de nuevo, me corráis a gorrazos. Es que debo ser masoquista o algo así.

Todo comenzó un miércoles post Keynote BUILD 2015, en la que me decido a instalar la última de Windows 10 en mi flamante Surface Pro 3.

La instalación no fue rápida ni mucho menos, sino que se alargó hasta el Hangout que tuvimos por la noche, y eso solo la descarga, ya que la instalación la dejé pendiente para el día siguiente.

Tras hacerla, os dejo un vídeo:

Si os fijáis, lo que estaba pasando es que el explorador de Windows se cargaba continuamente, sin responder al teclado ni al táctil… hasta que al cabo de unos reinicios y actualizaciones varias, la pantalla se quedó en marrón (que era el color del tema que había elegido).

No voy a hacer más comentarios sobre el problema. Sí que voy a mencionar lo que pasó luego. Menos mal que tuve la intuición de generar un disco USB de recuperación, porque si no ahora tendría un ladrillo bastante caro.

Lo primero fue intentar recuperar arrancando con el botón de bajar volumen y entrando al menú de la EFI. La primera en la frente: no había partición de recuperación. Bueno, sí, la de Windows 10 pero que no es funcional.

Lo segundo fue intentar recuperar desde el USB que había generado. A la tercera lo pude conseguir, porque las dos primeras me decía que el USB estaba vacío sin estarlo.

Pues bien, a fecha de hoy estoy otra vez con Windows 8.1, sin partición de recuperación ya que Windows 10 se la merendó, y con la SP3 en el cajón.

Hasta la próxima vez en la que se me olviden todas las penurias pasadas y decida sacarla del mismo.

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Pero no todo termina aquí, no. Antes de meterla en el cajón descubrí que, bueno, existe una aplicación de puzlles (los clásicos de juntar piececitas de cartón una al lado de la otra, pero en digital) de Microsoft.

Cual dicharachero reportero de Barrio Sésamo, me decido a instalarla y jugar un rato con ella. Y digo un rato porque el ventilador se puso a mil y era difícil tocarla. Bien es cierto que hacía algo de calor.

Os pongo una captura:

Un 11% del tiempo de proceso un i5 la aplicación, más otro 1,9% de la capa de aislamiento gráfico. Total, casi un 13% de CPU para un juego de mierda.

13% de CPU para un juego de mierda.

Vale. ¿Y? Pues que os voy a poner otra captura de pantalla:

Un 1% de CPU, que a veces baja al 0.9%.

Una aplicación que, encima, supera en funcionalidad a la de Microsoft.

En resumen:

13% de CPU frente a 1%

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Así que, de momento, por mucho que se anuncien cosas chulas como han anunciado, una de las tareas pendientes que tienen es mejorar la calidad de su penoso software, que no es penoso si no lo siguiente y más allá.

Por poner otro ejemplo en otra plataforma, tanto Dinero como Noticias en iOS, cuando vuelves hacia atrás de una noticia, la aplicación se cierra. Lleva con ese comportamiento más de dos semanas. Se ve que una vez en la tienda (la que sea), nadie prueba las aplicaciones.

Así que lo dicho, Microsoft: espabila, que no por mucho anunciar cosas chulas amanece más temprano, digo, la gente va a usar tus cosas si estas no funcionan bien.

Ah, por cierto, mi Nokia 1520 todavía sigue en el servicio técnico. A ver si a la tercera son capaces de colocar una pantalla bien.

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Sinceramente, y esto va para los abruptos y satanes varios que se dedican a meterse conmigo, porque adivino que esta entrada va a crear de nuevo bastante polémica: prrrrrrrrrrrrt.