Leo en distintos medios el anuncio del nuevo Toshiba Dynatablet. Leo con qué lo comparan… y me llevo las manos a la cabeza.

El equipo está bien. Es un atom con 4Gb RAM, zócalo microSD, salida microHDMI y dos puertos microUSB. Brad Linder de liliputing advierte que el  Atom x5-Z8300 sólo aguanta 2GB de RAM, así que habrá que esperar y ver.

El peso está MUY bien. Para 12 pulgadas de pantalla, la parte tablet pesa 569 gramos, con unos anoréeeexicos 6.6mm de espesor gracias al empleo de fibra de carbono en la carcasa. Los 1920 x 1280 píxeles de la pantalla reflejan una tendencia muy interesante de este segmento del mercado: aceptar que un tablet no puede ser una tabla de la ley mosaica y que, por lo tanto, la relación horizontal/vertical no puede ser los panorámicos 16:9.

Fieles a su apuesta por wacom, han incorporado un palito con 2.048 niveles de presión. Además, incorporan también su propio software de tinta para complementar al de Microsoft.

Dicho todo esto, ¿Por qué he sufrido un ataque de ascopena al leer buena parte de las reviews?

No las citaré, porque la pereza y la compasión me lo impiden. Pero buena parte de lo que he leído compara este equipo con el Surface Pro 4.

¿Acaso piensan los redactores que su público, interesado en tecnología, tiene memoria de pez? ¿En tan baja estima lo tienen?

La comparación válida es con un Surface 3, sin pro. Un equipo de construcción premium y tripas aligeradas, más barato por equipar Atom y no Core i pero que también tiene su sentido para según qué escenarios. La comparación inapropiada, casposa, absurda, es con un SP4. Ha sido profundamente decepcionante. Son las peras y las manzanas de la ex-alcaldesa de Madrid. Lo peor es que se comparan precios, cuando se trata de lo más alto de una gama con lo más bajo de otra :(.

Comparando con la Surface, podemos comprobar que el equipo «está en precio». Es carísimo comparado con el SP4 más barato, pero no lo es comparado con el Surface equivalente. Hay que tener en cuenta que, en ambos casos, se paga el sobreprecio de gama y calidades premium. Comparar este equipo o un Surface 3 con una tableta china de 200 euros es… bueno, es inaceptable para un redactor de tecnología. Ni las calidades son las mismas, ni los componentes son los mismos (carcasa, pantalla, etc.), no hay palito wacom o nTrig de estas calidades y así un largo etc. Es exactamente lo mismo que comparar un laptop de supermercado y 300 euros con un laptop de gama alta de 1400. Tiene el mismo sentido

Por supuesto que una tableta china es aceptable para según qué usos o qué necesidades. Pero si un usuario o una empresa tiene una necesidad de alta movilidad y peso muy reducido, tanto un Surface 3 como este nuevo DynaPad son opciones a considerar. Son equipos que van a responder mejor, que van a durar más y cuyos lápices les aportan un alto valor añadido. Son equipos que a un comercial o a un técnico les aportan una imagen intachable delante del cliente. Son equipos, en fin, que nos recuerdan que compras lo que pagas si sabes lo que compras.

El DynaPad está en rango de precio con el Surface 3. Claro que hay un Surface 3 más barato, pero con menos memoria y almacenamiento. El surface 3 presenta una mejora moderada cuando comparamos esos 900-1000 € del DynaPad con un Surface 3 de 4GB RAM y 128 pulgadas, porque al precio de 719 euros hay que añadir los 120 del type cover y los 60 del lápiz, todo lo cual está incluido en el DynaPad.

Personalmente, me convence más la opción del Surface por su formato y su caballete. El Dynapad sería una gran opción… si no fuera porque en España es casi seguro que no se va a vender, como pasó con el magnífico Encore 2 del año pasado, un tablet de 8 pulgadas que nos atrajo, y mucho, a varios redactores de Wintablet.

Terminando: lo que demuestra este DynaPad es que el formato 2-en-1 ligero está ganando mucha tracción y atención. Ha llegado un momento en el que resulta evidentemente absurdo llevar en la mochila un portátil Y un tablet, y llevar un sólo un tablet con SO móvil te puede dejar en la estacada si surge una necesidad que sólo se va a cubrir con un sistema operativo completo. Conforme el público llega a esta conclusión, el mercado responde, con lo que todos ganamos: saldrán más y más equipos compitiendo por responder a nuestras necesidades.