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06
Abr 2017
Linux

Ubuntu dice adiós a Unity y a la convergencia

La noticia recorrió ayer la red como la pólvora. Mark Shuttleworth despachó la convergencia y el escritorio Unity en una sorprendente entrada en el blog oficial de Ubuntu. En él reconoce que se equivocó acerca de la convergencia (también aprovecha para echar algún balón fuera).

I took the view that, if convergence was the future and we could deliver it as free software, that would be widely appreciated both in the free software community and in the technology industry, where there is substantial frustration with the existing, closed, alternatives available to manufacturers. I was wrong on both counts.
In the community, our efforts were seen fragmentation not innovation. And industry has not rallied to the possibility, instead taking a ‘better the devil you know’ approach to those form factors, or investing in home-grown platforms.

Así pues, abandonan Unity y su esfuerzo de entrar en teléfonos y tabletas, y se van a centrar en la nube, que es lo que realmente les está dando dinero, y también en algo a lo que sí parecen haber llegado a tiempo y donde están tomando ventaja: la Internet de las cosas. Todo ello, según indica Shuttleworth, sin abandonar el escritorio.

¿Qué me ha sorprendido de esta noticia?

  • Lo repentino. El desarrollo de Unity 8 se había ralentizado recientemente, pero no se intuía una cancelación. La versión de escritorio que incluye la beta de Ubuntu 17.04 como login alternativo está razonablemente pulida y arranca por primera vez aplicaciones tradicionales x11 con casi total normalidad.
  • Lo tardío. Técnicamente, aunque ha costado años, había dejado de ser humo. Unity 8 es un software real que funciona en hardware real a la venta. Pero comercialmente dejó de tener sentido ya el año pasado, incluso antes, y Canonical no es una compañía conocida por su tamaño o sus beneficios. Diría que han llegado tarde incluso para la cancelación. No me gustaría estar en la piel de los ingenieros que han trabajado un lustro en Unity 8 y se quedan a las puertas del escritorio.
  • No es sólo un adiós a Unity 8 táctil y convergente, sino al Unity 7 clásico. Ahora hubieran podido volver a centrar sus esfuerzos en evolucionarlo (es la imagen de Ubuntu y está más optimizado y estable que nunca), pero entiendo que ya no ven sentido a seguir desarrollando un escritorio propio.
  • ¡Vuelta a Gnome! Por un lado tiene sentido, Unity se apoya en la infraestructura de Gnome (por no decir que históricamente Ubuntu tiene su calendario de lanzamientos cada seis meses por el de Gnome) y no veo sentido a un cambio total de base en un año cuando la 18.04 es una LTS que tiene que ser como una roca. Además, es trivial adaptar la interfaz de Gnome-Shell para que se resulte familiar al usuario de Unity. Pero por otro lado admito que cierta sorpresa sí me llevé, considerando la tirante «relación» que ha habido entre Canonical y los desarrolladores de Gnome en general y Red Hat en particular desde que parieron Unity. La propia Canonical llevaba años distanciándose de Gnome, prefiriendo qt como toolkit y una base más escritorio-agnóstica en su software.

¿Cuales son las consecuencias?

Un cambio importante en el panorama futuro del escritorio de Linux. Hace unos meses definía a Canonical y a su convergencia como un cisma que dividiría el panorama de distribuciones de Linux que conocemos actualmente. Bueno, esto ya no se va a producir. Volvemos a los tiempos pre-unity, con algún posible desarrollo propio de Canonical en el escritorio (como los indicadores en Gnome 2) sobre una base hecha por otros, como mucho. Se acabó reinventar la rueda.

El escritorio de Linux en general se beneficia. En especial en lo tocante a Wayland: el espaldarazo de una distribución tan popular como Ubuntu va a facilitar enormemente su adopción masiva como nuevo pilar gráfico del escritorio de Linux (que lo va necesitando).

En cambio, aunque últimamente había perdido mucho fuelle, la promesa de la convergencia seguía ilusionando. Hay que reconocerle a Canonical que es un camino que empezaron ellos y que otros intentaron seguir, y que su fracaso supone la consolidación del duopolio Android/iOS en el mercado de teléfonos y tablets. También que llegaron demasiado tarde y que avanzaron con lentitud: no calcularon bien lo que llevaría a una compañía pequeña como Canonical. Otros mucho más grandes que ellos lo intentaron y también fracasaron. No parece que se vayan a animar a la comunidad a hacer un fork ni nada por el estilo, así que: cuánto tiempo, esfuerzo y dinero desperdiciados.

Me queda una sensación agridulce que por lo que veo es compartida en los comentarios de la prensa tecnológica: la perspectiva de la convergencia era ilusionante por sí misma, pero también una división incómoda en el panorama del escritorio de Linux. Esta noticia ha venido muy poco después de la de que Android ha alcanzado en porcentaje de uso a Windows como sistema operativo. Creo que ambas son claras indicadoras de un cambio de era tecnológica que estamos viviendo.

Por Moisés Cabello | 3 Comentarios | Etiquetas: , , , , | Enlaza esta entrada
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