Pues eso, que los habituales de WinTablet en Slack ya lo saben por la turra que les estoy dando: me he comprado un Galaxy Note 9 y, no voy a hablar ni bien ni mal de él, voy a contaros mi estado de switchig de iOS a Android.

Eso no quiere decir que vaya a cambiarme, sino que estoy intentando realizar un esfuerzo serio en encontrarle una razón a Android más allá del precio en los teléfonos y los continuos fallos de seguridad y aplicaciones falsas con las que nos deleitan los medios de a cinco euros la noticia con clickbait incluido.

Hablando de aplicaciones raras, más de una he dejado de instalar porque no tenía sentido que un visor de archivos necesite permisos para enviar SMS, o una aplicación de tomar notas, llamar por teléfono.

La razón de un Note 9 y no un, digamos, Xiaomi está clara: el palito. Somos del palito y lo seguiremos siendo, aunque algunos cobaldes hayan vuelto a la libreta de papel, aunque sea parcialmente. Yo lo he hecho, más que nada porque mi señora esposa no hace más que bombardearme con plumas, libretas y tintas varias.

 No hay diferencia entre las diferentes plataformas respecto a las redes sociales y las aplicaciones de mensajería. Bueno, sí, una, que en iOS, caso de escuchar lo que hables una vez cerrada, solo podrá hacerlo durante diez minutos o menos dependiendo del estado de la batería. En Android, todo el tiempo que quieran.

Tanto WhatsApp, Telegram, Facebook, Twitter tienen las mismas características en todas las plataformas. La ventaja real en Android, al menos en el Note 9, es que puedes tener dos cuentas simultáneas. Como emigrante, digo, persona con movilidad exterior, tengo dos números de teléfono, el español y el holandés, y si bien el Note 9 es dual SIM, no quiero eso. Pero sí poder recibir las notificaciones de las dos cuentas en un mismo terminal. Con Android, objetivo conseguido.

Respecto a Facebook y Twitter, pues básicamente me la repamplinflan ambos dos. El primero está deshabilitado (espero) y el segundo tiene su aplicación oficial, que no me gusta nada pero para el uso que le doy, me basto y me sobro.

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Nubes. OneDrive. iCloud no funciona ni se le espera, aunque hay aplicación para Apple Music, que he instalado pero no lanzado. Tanto en la aplicación de Archivos de iOS como la propia aplicación en Android, funcionan aceptablemente bien si tienes un poco de paciencia. No sé cómo irá Google Drive en su casa, pero supongo que igual de bien (o mal) que iCloud Drive en la suya. 

Hablando de este último, parece ser que lleva unas semanas que no anda muy fino, perdiendo ficheros por aquí y por allá, o recuperando copias viejas. DEVONthink también tiene sus pegas, posiblemente porque yo lo apoyo fuertemente en la nube de Apple. Las malas lenguas dicen que se debe a los cambios que la compañía de la manzana está haciendo para adecuarlo a iOS 12 y a macOS 14… yo creo que simplemente depende de si el servidor que te toca está más o menos tonto.

Bueno, el tema es que cuando quiero interoperabilidad de ficheros, uso OneDrive. Tres pájaros de un tiro, porque así incluyo a Windows en el trío. La pega en macOS es que no tiene sincronización bajo demanda, y tienes que ir activando/desactivando carpetas. Y tampoco es muy rápido que digamos. Pero me vale.

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Escribir. Palito. Ya le gustaría al Apple Pencil tener la sensación de escritura del del Note 9 (y ya puestos, del de la Surface). Es lo peor de todo en los iPad: la sensación de escribir no es muy buena. La sensación, ojo. No me refiero al resultado.

El resultado ya dependerá de lo que cada uno considere. Para mi, es el mejor de todos. Mejor que el de la SP4 y… bueno, hasta que probé la sensación en el Note 9, también mejor en los Galaxy, porque las últimas pruebas que hice fue en mi Note 10 (la tableta), y la verdad es que se engancha mucho.

Hay un poco de retraso entre lo que pintas y lo que aparece en pantalla, más que con el Apple Pencil, pero no tanto como para que no sirva o te pierdas entre lo que escribas, por lo tanto, notable alto.

Porque, señores, la escritura con el palito está integrada en el sistema. Solo tienes que apuntar con él en un campo de edición, y te da la opción de escribir con tu letra, reconociendo la escritura. Y no lo hace mal. Más bien lo hace mejor que el teclado de terceros en Apple y mejor que en la SP4. Con mi maravilloso e inteligible trazo.

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Tomar notas. Aquí me he encontrado con una de las pegas más grandes de todas. Y es que el Note 9 parece un churro con su pantalla infinita y más allá. Muy infinita pero muy larga. Se sujeta bien, pero pare usted de contar. Porque escribir una nota no trivial es complicado. Si luego la exportas a PDF y la lees con cualquier otro software… bueno, parece eso mismo: un churro.

La aplicación nativa de Samsung para tomar notas funciona lo justo. O más bien tiene las características justas para ser usable. No puedes definir fondos, no tiene el concepto de página, aunque sí que tiene cajetín para escribir.

Para una nota rápida puede servir, pero ya está. Sería el equivalente de las Notas de Apple, que tampoco es que sea una aplicación para tirar cohetes.

No obstante, tenemos INKnote. La versión completa tiene escritura con pluma caligráfica, brocha y lápiz, aparte de la estilográfica y de la normal. Además, cuenta con un gran surtido de fondos, incluso el de los puntitos como guía y algunos para guiar la caligrafía (cursivas y todo eso). Y cajetín abajo, un poco limitado pero útil. Lo más destacable es que, pro lo menos bajo mis limitados conocimientos caligráficos, el resultado es indistinguible de una pluma sobre papel, pues incluso tiene control de humedad.

Además, si no eres un fan del reconocimiento de escritura, también tiene la posibilidad de insertar elementos, pintar sobre ellos, reconocimiento de formas y grabación de audio. Vamos, que puede sustituir a GoodNotes en casi todo menos en la sincronización. Además, hay versión para iOS, más limitada que la de Android porque solo permite un documento, pero su hermana sí que permite más.

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Leer. PDF y libros. Bien, aquí sobran programas para eso. El problema es, de nuevo, lo estrecho y largo que es. Para PDF con tamaño fijo, sobre todo si es a una columna, resulta incómodo en vertical y demasiado corto en horizontal.

Tenemos Xodo como anotador de PDF, pero es que incluso el propio visor de OneDrive sirve. Y si no hay más aplicaciones, que seguro una de ellas va a cubrir tus necesidades.

Para ePub mejor no digamos nada. Si en iOS hay aplicaciones, en Android todavía hay más. ¿Mis recomendaciones? CoolReader, MoonReader+, y Bookari. De los dos primeros dicen las malas lenguas que ya no omiten trozos de los libros, y el segundo, bueno, no lo he usado desde hace un milenio. Otro que dicen que es muy bueno es AlReader que, de momento, tampoco he probado.

¿Con cuál me quedo yo? Kindle. Sincroniza tanto en iOS como en Android como en los dispositivos Kindle, tanto los libros comprados como los propios. ¿Qué más se podría pedir? Pues que tuviera más opciones y que en lugar de poner el tiempo de lectura que te queda del capítulo, pusiera también las páginas o locations.

Como dice el refrán, nadie es perfecto.

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De asistentes mejor no hablar. Sí, porque aquí no hay color. Cuando he tenido una duda le he preguntado al de Google y me ha dado la respuesta. Dudas sobre manejo de Android. Leches. Si Google tiene un IQ de 50, Cortana lo tiene de 3 y Siri de menos veinte.

Con eso ya está dicho todo.

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Podcasts y audiolibros. Aquí me llevé una increíble sorpresa. Todavía no he emparejado mis Bose con el teléfono, lo haré mañana lunes, pero Android parece que lleva una grabadora de sonido muy capaz, incluso reconoce lo que hablas…

PocketCasts como podcacher. Multiplataforma, y con todas las cosas que quiero (reproducción rápida, eliminación de silencios y mejora del audio). No es tan buena en esas cosas como Castro o la del Arment, pero cumple su objetivo. No estamos escuchando HIFI precisamente.

De audiolibros, Smart AudioBook Player. La leche. Ecualizador, colecciones, velocidad de reproducción, bookmarks. Mejora del sonido. ¿Quieres más? ¿Existe algo así en iOS?

Y ahora la sorpresa sorpresiva: ¡¡¡¡Voice Dream está en Android!!!! Igualita, con las misma funcionalidades. Eso sí, con algún que otro bug que ya reportaré, pero hace lo mismo: leer ficheros, y se puede conectar con Pocket y con Instapaper y algún servicio más.

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¿Qué me queda? DEVONthink. O gestor documental equivalente. Sí, ya sé, Evernote y si no quieres pagar, OneNote. Este último parece que va bastante bien en Android, pero gato escaldado del agua fría huye. Y Evernote… paso. Simplemente paso. Ya me salí de él y no quiero volver.

Una combinación válida podría ser OneDrive, PDF y su buscador, que busca (y encuentra) dentro de los PDF, al menos la versión del navegador.

En este momento creo que es la única limitación que tengo. Seguro que hay más, pero de momento es lo que he visto. Quiero un equivalente a eso en Android.

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¿Y la interoperabilidad entre Android y macOS (e indirectamente iOS)? Para ficheros, OneDrive. Para lectura, Kindle. Para notas, PDF y otras cosas, de momento, memoria. Acordarme en qué estaba haciendo qué cosa.

Y ya termino todo este rollo. 

¿Os podéis imaginar cuál es el mayor inconveniente, el punto que impide el abandono del iPhone? Ni en vuestros más locos sueños lo adivinaríais.

El Apple Watch.

Pero de eso y del DEX, hablaremos en otro momento.

(Leches, se me ha olvidado hablar del gestor de contraseñas. En mi caso, 1Password me está funcionando bien, e incluso se integra bastante aceptablemente en Android y te ofrece rellenar incluso en aplicaciones).