La semana pasada por fin me llegó el Dock que regalaban al comprar el teléfono, pero gracias a esta cabecita mía, hasta hoy no me he acordado de coger un cable HDMI de la oficina.
¿El resultado? Después del corte.
La primera en la frente. Lo conecto todo, voy a introducir el cable HDMI en el monitor… y descubro que el monitor que había destinado a ello ¡no tiene entrada HDMI!
Menos mal que tengo otro, conectado al iMac, que sí tiene, así que cambio de localización y reintento.
La segunda, también en la frente. Ese monitor no cambia solo a HDMI, así que he tenido que hacerlo a mano.
Enchufas la cosa y te ves un vídeo explicándote cómo funciona, con musiquita que sale del teléfono. Luego tocas la pantalla y comienza el baile.
Bueno, no, tienes que actualizar la cosa, apagarla y volverla a encender.
Y ahora sí, ahora con vosotros… Continuum:
¿Veis la foto? Dos dedos recortados, imposibilidad de ajustar los valores para que la pantalla entre, ni en el monitor ni en el teléfono.
Aquí no quiero pecar de mal pensado: el problema podría estar en el monitor, ya que tiene casi más años que yo, y cuando lo compré eso del HDMI estaba justo empezando, aparte de que la resolución nativa del mismo es, ejem, superior a la de ese estándar.
(Aquí podría poner un párrafo en el que dijera que vamos para atrás, como los cangrejos, que un monitor antiguo sin extras tenga más resolución que uno moderno, etc., etc., pero lo cierto es que me costó casi 700 euros cuando un monitor normal valía algo más de cien).
Vale, la culpa puede ser del monitor, pero lo siguiente no. Absolutamente no.
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Lo primero es que el teléfono se calienta bastante, no lo suficiente como para no poder tocarlo, pero sí como para resultar incómodo.
Lo segundo es que no todas las aplicaciones funcionan a pantalla completa, aunque alguna me ha dado una grata sorpresa: Fiction Book Reader lo hace, aunque mostrando una sola columna del ancho de un trailer.
Lo tercero es que el teclado español no funciona. Por ejemplo, la ñ sí que la pone, pero los acentos pone la ce trencada (ç), y los símbolos de encima de los números están completamente desordenados. En resumen: que no vale para escribir en español.
Reportado a Microsoft via oficial y hala, al cajón de los recuerdos.
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