Hoy os cuento la increíble odisea de cambiarle la batería a un MacBook Air del 2011. No os perdáis los trabajos de Hércules versión Apple.
Hace unas semanas mi costilla se me acerca y me dice: “mira qué mensaje me sale en el Mac”. Que es el Mac del que estoy hablando. El mensaje es este:
Yo me pongo a temblar, porque encima se queja de que ha pasado de durarle un día a durar solo un par de horas.
¿Quién dijo miedo? Si me atreví a desmontar mi iMac para añadirle un segundo disco SSD, y luego otra vez para arreglarle el WiFi, ¿por qué no iba a cambiarle la batería a un MacBook?
(Os hago trampa, no es el primer MacBook que abro, de hecho han sido varios a los que les he cambiado la batería y el trackpad).
Pues nada, me voy al sitio de referencia, iFixit, miro cómo se hace y les compro la batería. Junto a las dos herramientas que me hacen falta y no tengo, 120 euros puesto en la puerta de mi casa.
Y esta mañana llega. Encontrábame yo podando el jardín cuando se asoma mi Z y me dice, toda seria: “ha llegado”. Termino mis mis tareas agrarias y me pongo a ello.
El interfecto, ya apagado:
El paquete con la batería:
Unboxing, parte 1:
Obsérvese la bolsa de las gominolas. Unboxing, parte 2:
Vayamos al tajo. Aprovechando una de las esponjas aislantes de la caja, pongo el mac al revés, listo para la cirugía:
¡Tornillos fuera!:
Cof, cof, ajj. Las típicas pelusas de cinco años de uso. Menos de las esperadas, por cierto, porque el uso
del ordenador es de varias -muchas- horas al día:
Destripamiento on the rocks. Hemos retirado la batería. Cinco tornillos. Ojo porque algunos son más largos y debes ponerlos en el mismo lugar:
Si os fijáis en la foto anterior, al Mac se le ha practicado una limpieza en profundidad gracias a una aspiradora de mano y un pincel. Ojo con hacer girar el ventilador por la succión de la aspiradora o será otra de las cosas que tengas que cambiar.
Vale, ahora con la batería nueva en su sitio:
Y finalmente, la tapa, también limpia y lista para montar:
La imagen final es igual a la inicial, con la tapa puesta y el equipo en marcha. Arreando que es gerundio.
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¿Sabéis qué es lo que más me jode de todo esto? Pues que ese es uno de los últimos MAC a los cuales, este tipo de intervenciones, es tan sencillo. Ni la tapa ni la batería, ni el disco van pegados o soldados. Por desgracia, Apple, en su infinito afán de no sé qué, cada vez lo hace más difícil.
En fin, es lo que hay. Y hay MacBook para al menos otros cinco años si a Apple no se le pasa por la cabeza dejar de darle soporte, que es lo que seguro va a ocurrir dentro de como mucho dos años, si no ocurre el año que viene con OS 13…
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