En la entrada anterior vimos cómo evitar los efectos colaterales de los golpes en un tablet durante el verano. Hoy vamos con ese veneno, el dihidruro de oxígeno, óxido de dihidrógeno o como lo llamen ahora.
El agua se lleva mal con los equipos a menos que tengan un certificado IP altísimo, con el sobrecoste correspondiente (más de 1500 euros para empezar). La alternativa a ese coste son los accesorios. Tras años de prueba, puedo recomendar dos:
1. Las bolsas Aquapac. Tienen un coste contenido y funcionan fabulosamente. De verdad. Son buenísimas. De hecho, tengo entendido que la gente del mar las emplea asiduamente. Permiten usar las pantallas capacitivas y, además, no sólo protegen del agua sino de la arena y la suciedad. 40 euros si no recuerdo mal, y vale la pena.
Si lo que quieres es proteger de la lluvia tu equipo, hay una opción cientos de veces más barata: una bolsa de basura. Las bolsas de basura son razonablemente waterproof (por aquello de que no goteen), y el equipo es relativamente pequeño, con lo que se le puede dar varias vueltas. Una única bolsa de basura no ocupa apenas espacio plegada, y la puedes llevar siempre encima. De hecho, una bolsa de basura tamaño grande (para negocios), puede proteger de urgencia la mochila entera. Finalmente, como el caso del tupper, es un antirrobo estupendo: es altísimamente improbable que alguien te robe una bolsa de basura.
El agua es una amenaza permanente si no estás en Atacama. Antes de no sacar tu equipo al campo por miedo al agua, tienes soluciones eficaces y/o sencillas por probar.
Inevitable disclaimer: no me hago responsable si, pese a todo, tu equipo casca. Common sense rules.
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