Sergio Aguilar me ha pasado una referencia interesante de GottaBeMobile: Gigabyte anuncia su nuevo convertible Booktop T1132N. Hay que empezar señalando que el título de este post es parcialmente tramposo, porque los tablet PC nunca se fueron: se llevan vendiendo desde 2004, aunque de forma marginal, muy lejos del mainstream.

Aparentemente es un producto con grandes posibilidades: sirve como tablet, como portátil y como máquina de escritorio. Debería ser un éxito en ventas si el precio acompaña, ¿no?

Vaya por delante que es una compañía de la que tengo recuerdos gratos por sus componentes, y que de hecho me gustaría que funcionara. Pero me temo que no va a ser así, por una sencilla razón: ¿por qué iba a funcionar ahora el formato que lleva 7 años sin lograr el éxito?

Y eso que es un maquinón. Realmente es una máquina que puede servir a las necesidades de la mayoría de los puestos de trabajo, tanto por el core i5 que la mueve como por la memoria (máximo de 8Gb), o la gráfica Nvidia GeForce GT520M. Se echa de menos el uso de un disco SSD, pero entiendo que es para ahorrar costes.

Eso, o porque los diseñadores han sido demasiado conservadores. Aparentemente el dock es una novedad por su elegante sistema rotatorio, pero si se mira en detalle resulta todo lo contrario: la inclusión de un DVD, como si los discos ópticos tuvieran la importancia que tenían hace 7 años, o una serie de puertos extra que no incluyen los nuevos ultrabooks.

La pantalla capacitiva es atractiva… hasta que te das cuenta de que esta máquina la mueve Windows 7, cuya interfaz no está optimizada para el uso con el dedo. Y eso nos lleva a la configuración: un ladrillito que pesa 1600 gramos para las 11 pulgadas que tiene de pantalla. Por más que el tamaño sea contenido, me temo que en modo tablet no es realmente cómodo a menos que te apoyes firmemente en una mesa o en un sofá. No lo digo por decir: mi añorado toshiba portegé M205 pesaba 2.2 kg, y mi thinkpad x61 que sigue en marcha pesa 1800 gramos. El segundo sigue sin ser realmente usable como tablet salvo si estas sentado y bien apoyado. Nada que ver comparado los 420 gramos de mi HTC flyer, que siendo un tablet Android y estando a años luz de las posibilidades que ofrece un tablet PC basado en Windows para currar, lo llevo a cualquier parte y lo uso perfectamente estando de pie.

Gigabyte es una de las marcas que sigue apostando por el formato convertible después de tantos años. Y ojo, se siguen vendiendo y resultando útiles. Esta máquina que comentamos me podría resultar atractiva a título personal (si el precio acompaña), si no fuera porque mi presbicia avanza triunfante y necesito letra y pantalla más grandes. Sea como fuera, la publicidad es engañosa, o incluso autoengañosa: este producto, un tablet pc convertible, no es comparable a un tablet actual basado en ARM, y no puede lograr el triunfo del recien llegado por mucho que lo comparemos con éste.

Los tablet PC se seguirán fabricando y manteniendo sus modestas ventas. Me parece difícil que Windows 8, por sí sólo, consiga que estos productos alcancen el éxito generalista que les ha rehuido tanto tiempo. Por más que los specs sean atractivos, el problema de estos productos es que han sido diseñados por taiwaneses descendientes de jesuitas aragoneses del siglo XVI, y de ahí el empecinamiento en la fórmula.

Dejando aparte la multitouchicidad y la sencillez de la interfaz, hay un par de factores esenciales para el triunfo de un tablet:

1. El primero de todos, el precio. Un equipo se vende en relación a la ventaja o desventaja que tiene contra las espectativas de precio del momento. Dada la tremenda competitividad, hay que recortar componentes no esenciales, y estoy convencido de que el dock sube el precio.
2. El peso. El tope para un equipo táctil no debería superar 1200 gramos, y ya es mucho. Un equipo táctil es de alta movilidad, y aquí hay que sacrificar prestaciones en aras de la ligereza, para que el usuario lo sostenga a gusto en las manos. No digo que sólo ARM ofrezca esto, pero sí que hay que contener el peso de la batería, usar por narices disco SSD y una CPU modesta que, a cambio, tenga menos necesidad de refrigeración.

¿Queréis ver un producto que tiene muchas más posibilidades de éxito? Es fácil, el Samsung series 7.

• La mitad de peso que el Gigabyte. Así de claro. Entre otras cosas, renunciando al teclado convertible, colocándolo como un extra y renunciando al formato clamshell, a cambio de poder centrarse en el uso táctil y a mano alzada.
• Disco SSD, más rápido y ligero y más económico para la batería.
• Elemento útil en un equipo móvil: cámara frontal y trasera.
• 7 horas anunciadas de autonomía
• Un dock mucho más pequeño y limitado, sólo pensado para dar soporte al tablet y para  añadir unos pocos conectores más

En resumen, no creo que los tablet PC convertibles vuelvan, en el sentido de alcanzar el éxito tanto tiempo negado. Pero sí que creo que los tablet actualizados, sin teclado fijo, de precio y peso contenidos y con todos los recursos de PC al alcance, son una alternativa realmente interesante para los profesionales y las empresas. Esos 800 gramos me ponen los dientes largos para el trabajo de campo