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24
Nov 2011
Análisismarket

Por qué un market único y cerrado es una pésima idea

Como sabéis, el iOS de Apple se cierra completamente en torno a su mercado de aplicaciones. Si hace 5 años me cuentan que un dispositivo mío, que he comprado con mi dinero, sólo puede instalar aplicaciones de la fuente que controla el fabricante, me habría reido en la cara de quien me lo hubiera dicho. Cosas veredes, amigo Sancho…

Ante todo, hay que distinguir para quién es perjudicial este esquema. No para Apple, claro, que saca un 30% de cada venta (!!!) y encadena a los desarrolladores con una cadena cubierta de terciopelo a sus productos, tanto con el market como dificultando todo lo posible el desarrollo multiplataforma. No es perjudicial para los desarrolladores con éxito, porque hay que reconocer que con muchos menos recursos en márketing se puede lograr unas ganancias significativas, comparado con vender en tu propia web. Finalmente, hay que reconocer que un market aporta algo más de control sobre las aplicaciones que se emplean, disminuyendo el riesgo de malware. Entonces, ¿a quiénes perjudica un market único y cerrado?

Dejemos a un lado la ideología personal. Lo digo porque personalmente me pone la vena gorda pensar en el modelo iOS. No soporto la idea que un dispositivo mío lo sea sólo de nombre, y soy consciente de que muchos, muchos, muchísimos usuarios no comparten esa forma de entender la tecnología. Por lo tanto, resulta necesario ir más allá de la opinión.

Una de mis líneas de actividad es la i+d de productos y servicios para personas con distintos tipos de discapacidad. Me resulta muy satisfactoria, en tanto que se puede servir con pocos recursos iniciales a necesidades muy perentorias para estas personas. Hay que señalar, además, que discapacidades como la física no distinguen clases sociales o niveles de renta. Parece una obviedad, hasta que te enteras de los costes de la mayoría de los productos de accesibilidad, que permiten a las personas con discapacidad física hacer uso de dispositivos no preparados para ellos. Un par de ejemplos a la contra: discámara (acabado) y pasapágina (en proceso).

El caso es que los dispositivos portátiles, tanto ereaders como tablets, pueden ofrecer distintas posibilidades para las personas con discapacidad. Los ereaders, por ejemplo, pueden ser realmente útiles y positivos para personas con dificultades motoras que no puedan sostener un libro y que les cueste muchísimo pasar páginas. Los tablets, por su parte, pueden servir muy bien entre otras cosas a personas sin capacidad de vocalización, pudiendo implementar un teclado adaptado para que genere su comunicación con ventajas (la predicción, entre otras) respecto a medios analógicos.

Esto plantea dos problemas para los markets:

  • un market cerrado dificulta, o en algunos casos niega, la posibilidad de ofrecer un producto con licencia libre. Esto, a su vez, cierra la posibilidad de que otros desarrolladores encuentren el producto, se interesen por él y lo mejoren en pro del bien común. Y hay que eliminar mitos, o recordar cuestiones molestas para algunos: una cosa es la licencia del sistema operativo (propietaria o abierta) y otra muy distinta la de sus productos. P.e., Windows tiene licencia propietaria, pero se pueden instalar en él una gama amplísima de productos con distintas licencias libres, desde Firefox hasta mi amado LyX.
  • lo que es peor, si el market es completamente cerrado, sencillamente no puedes instalar una aplicación desde fuera. Tienes que tener una cuenta de desarrollador, pagarla, que la aplicación llegue al market y que se te autorice para que terceros la puedan instalar y emplear. Esta serie de barreras son muy eficaces a la hora de impedir que se genere una solución sencilla que solucione una necesidad concreta. Sobre todo, el hecho de que el dueño del market decida de forma arbitraria qué entra y qué no es un riesgo mucho mayor del que parece para emprender el desarrollo de una aplicación.

He puesto un caso que conozco, pero hay muchos más. Por ejemplo, hasta la fecha no hay opción de instalar en los equipos de una empresa una aplicación desarrollada sólo para uso interno, que se quiera mantener privada por constituir una ventaja estratégica. Si seguro que esto se acaba solucionando en el caso de que las corporaciones se interesen por iOS de cara a aplicaciones corporativas, no lo veo tan claro para el caso de las PyMEs (pequeñas y medianas empresas, por si el lector no conoce el término manejado en España).

No hay que olvidar el origen de los markets. Son jardines vallados para dotar de aplicaciones a dispositivos definidos para el consumidor. Para el mercado principal privado, no para el corporativo ni para productos de nicho. Volviendo a Apple, pasa lo mismo que con el programa de edición de video Final Cut X pro, que de ser la referencia de los montadores de todo el mundo ha pasado a ser una aplicación para usuarios finales con veleidades fílmicas, cuyo número es decenas de veces mayor que el de los montadores de todo el ancho mundo, si no centenares. Si un programa profesional de edición no lineal de vídeo es indeseable para un usuario final, el market cerrado y único es hasta deseable para dicho usuario (como demuestran las ventas), pero netamente perjudicial para un gran espectro de nichos y usuarios no convencionales. Nichos, mercados y usuarios a los que, hasta la fecha, servía Windows.

También hay que tener en cuenta que un market puede no ser cerrado. Por ejemplo, Android permite habilitar la opción de instalar programas externos al market. Viene deshabilitada por defecto, para proteger al usuario sin preparación técnica, pero se puede habilitar. Y a partir de aquí se generan más markets o hay desarrolladores que distribuyen sus productos por su cuenta. Lo mejor de los dos modelos sin las severas desventajas del market único.

Finalizo: Windows hasta la fecha no ha puesto restricciones al origen del sofware. Tanto rollo de los talibanes del software libre, poniendo a caldo a Microsoft (que si Hasefroch, que si tal…) y no se menciona que buena parte de los productos libres para el usuario final y para la empresa se pueden instalar en Windows. Y es lógico, porque la inmensa mayoría de los PCs del mundo funcionan con Windows, y lo que quieren muchos desarrolladores de FOSS es que sus productos lleguen a la gente, con o sin el pingüino.

Si metro se decantara por imitar a Apple sería una ruptura innecesaria y muy perjudicial con el camino de Microsoft y Windows. No digo que no adopten un market, aunque a mí no me motive especialmente, pero sí que espero que haya perspectiva suficiente de lo que se están jugando y permitan que se instalen aplicaciones desde fuera del MetroMarket o como se acabe llamado.

Después de todo, es una ironía a medio camino entre lo delicioso y lo insultante que haya que liberar de la cárcel (jailbreaking) a un producto que es tuyo, para hacer con él lo que quieras bajo tu responsabilidad.

Por jlchulilla | 1 Comentario | Enlaza esta entrada
contacto@wintablet.info tema WinTablet.info por Ángel García (Hal9000)