Al igual que el personaje de la famosa novela de Julio Verne «Tribulaciones de un Chino en China«, un dueño de un Windows Phone no sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Es entonces que empiezan las Tribulaciones de un usuario Windows con un iPhone.

Flautista de Hamelin…

Estas son mis primeras impresiones que he dejado madurar para que fueran lo más justas posibles.

Desde que uno saca de la caja un iPhone 6 lo primero que le viene a uno a la mente es «déjame agarrarlo con cuidado porque esto se va a partir en dos». Nunca he tenido tanto miedo de usar un teléfono que con el iPhone 6, así de frágil parece. Esto se acrecienta cuando uno descubre quela cubierta trasera de aluminio y los laterales son tan pulidos que el iPhone se resbala fácilmente tanto de las manos como de cualquier superficie donde se les ponga. Lamentablemente ya Steve Jobs no está para mandar fundas gratis así que nos toca desembolsar (adquirir, comprar) por una que evite todas las preocupaciones mencionadas.

El iPhone 6 viene con una pantalla hecha de Cristal Gorila. Pero en mi caso me han pasado gato por liebre y el mío lo que tiene es una pantalla hecha de Cristal Mono titi.

Digo esto porque a pesar de todos mis cuidados y llevarlo en una funda pues ya tiene un arañazo.

A pesar de todos los esfuerzos de Apple durante 8 versiones por tener un cliente de email que valga la pena, el cliente de Windows Phone 8 en su primera versión es mejor. Al menos para mi. El mismo me permite crear mosaicos en la pantalla de inicio apuntando hacia mis diferentes bandejas. En estos mosaicos puedo ver los email que llegan a estas cuentas por separados y cuando los toco con el dedo me lleva o abre esa bandeja en particular ahorrando tiempo y pulsaciones. En el iPhone todo lo que veo es un número y cuando se toca abre la última bandeja usada, teniendo uno que navegar hacia la que se quiere ver. Se puede poner o configurar para que ponga los emails en las notificaciones pero eso no mejora mucho la situación.

La buena noticia para los usuarios que se deciden a migrar es que Microsoft ha desarrollado Apps para iPhone mejores que las propia para Windows Phone. Un ejemplo de esto es OneNote y OneDrive. Esta última copia las fotos tomadas en el iPhone hacia OneDrive tal y como pasa en un Windows Phone.

Cortana le da dos vueltas a Siri. Esta última se robotiza de vez en cuando. Incomprensiblemente «Hey Siri» sólo trabaja si se tiene el teléfono conectado a la corriente y en mi caso hasta eso ha dejado de trabajar, algo que según he leído es un mal conocido.

Si trato de subir una foto de OneDrive a Facebook este último se abre y se cierra como en las Apps mierderas de nuestro amigo Rafa. No las que hace él sino las que el nombra así de manera pintoresca. Aclarando el punto.

Otras Apps como Skype son capaces de comerse o beberse 40% de la batería en 2 horas dejando al iPhone caliente como pan salido del horno.

Y hablando de baterías. Cuando regresaba a casa del trabajo mi Nokia 810 tenía un 70%, el iPhone 6 sólo 45%. Todo esto con solo una o dos llamadas de un total de menos de 5 minutos.

Tal parece que me he comprado una cámara digital en lugar de un teléfono. Y es que es la cámara lo único comparable a mi ex Nokia 810. La calidad y resolución de la pantalla del iPhone son impresionantes, pero el Nokia 810 tiene por ejemplo un lector de microSD una opción de gran utilidad. El Nokia 810 usa un puerto mini USB cuyos cables se encuentran en cualquier lugar y precio. Mientras que el iPhone 6 ya conocen la historia.

Gracias a Dios las fotos se pueden extraer de varias formas en el iPhone que no necesitan iTunes, quien por cierto, no me permite sincronizar vía WiFi. Oh, y para agregar o actualizar mi biblioteca de música tengo que usar el come recursos de iTunes.

Por lo demás todas las Apps que usaba en Windows Phone existen en iOS por lo que mis tribulaciones no han sido tan graves como las del personaje de Julio Verne.

El iPhone 6 técnicamente hablando está años luz por debajo de muchos, para no decir la mayoría, los teléfonos móviles en el mercado, tanto con Windows Phone o Android.

Apple me he demostrado una vez más ser simplemente el flautista de Hamelin (con ratas incluidas).