Una de las preguntas que con frecuencia encuentro en las páginas que disfruto visitar como muchos otros que poseen un Surface Pro 3 es aquella sobre las posibilidades de esta máquina como herramienta para un fotógrafo.
Existen quienes ponen la cámara en Auto y dejan que la cámara decida la mejor configuración. Esos tiran pocas fotos pues por lo general las fotos quedan bien enfocadas con la velocidad, ISO y apertura correcta. Aunque las fotos quedan «planas» perdiéndose el espectador en un mar de información innecesaria. Existen quienes ponen sus cámaras en manual y escogen ellos la configuración sin dejar en momento alguno que la cámara decide qué es lo mejor. Estos tiran cientos de fotos de las cuales sólo unas pocas permanecerán como trofeos. Cada una de estas fotos sobrevivientes son únicas. Yo no soy un buen fotógrafo pero trato de mantenerme en el segundo grupo.
Ese segundo grupo de fotógrafos tira sus fotos en formato RAW y cada foto puede alcanzar de 20 a 40 MB. La idea es que en este formato las fotos contienen toda la información capturada por el lente sin pérdidas. Luego hay una etapa de post edición donde se corrigen la brillantez, exposición y otros parámetros exportando al final a JPG. Es este proceso quien consume más recursos y por lo tanto lo que preocupa a aquellos que buscan un Tablet portable pero lo suficientemente potente para esta tarea.
Pues la PRO 3 con un procesador i5 cumple con estas funciones sin problema. Como yo no uso el teclado, que Rafa les cuente sus vicisitudes con el mismo, el Pro 3 se comporta bien estable permitiéndome conectar un lector de SD por el puerto USB, editar los archivos en RAW en la propia tarjeta, y al final exportar en JPG y copiar las fotos sobrevivientes hacia el disco duro.
Todas las fotos de este artículo y el propio artículo son obra de este servidor y todo ha salido de un Pro 3.
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