Gearbest nos ha proporcionado, para probar, un OndaV820W. A continuación, mis impresiones tras una semana de uso.

Cuando uno oye hablar de un tablet de 75$, en Europa esa cifra puede provocar escepticismo. «Si cuesta 75$, será por algo». Evidentemente hay razones que vamos a detallar, pero la más importante es que si la marca no es reconocida, la única forma de competir es por precio.

Para daros razones para seguir leyendo, toca hacer una pregunta: «¿Merece la pena un tablet de 75$?»

Y la respuesta es un rotundo SÍ

Vamos a los detalles del ahorro

¿Dónde se ha ahorrado dinero el fabricante?

En primer lugar, en la marca. Marcas como Onda, Chuwi, Teclast son casi, casi desconocidas en España. No puede meter el coste extra que meten HP, Dell o Lenovo por ser quienes son (no hablemos ya de Apple o incluso Samsung, que ya es directamente cómico).

En segundo lugar, por el plástico. Se ha puesto de moda asumir que un equipo de carcasa de metal es de calidad, y un equipo de carcasa de plástico, no. Hay pocas modas más estúpidas que ésa, para empezar porque hay que romper una carcasa entera de metal para que nuestra amada Wi-fi entre y salga (como vemos en esas rayitas de plástico de las traseras de los iPhone, p.e.); para el plástico, el Wi-fi es transparente. Para continuar, una carcasa de plástico va a ser más ligera que una de metal y cumplir su función correctamente. En resumen, es una moda absurda que hay que cuestionarse si se quiere hacer una compra correcta.

En tercer lugar, por la batería. La batería es una de las partes que no se puede ahorrar coste, sobre todo si además pretendemos que el equipo sea ligero y tengamos que aligerar todo lo demás, porque las baterías de litio y sus blindajes pesan lo que pesan. La batería de este equipo me está durando unas 6 horas de actividad continuada, y me aguanta en reposo 3 ó 4 días. Para el uso que le estoy dando como equipo auxiliar es más que suficiente, y si tuviera que durar más le enchufaría una batería externa y a correr.

En cuarto lugar, por la pantalla. Y el ahorro, señores, ha sido el correcto. No han colocado una pantalla TN de hace 12 años que, si la empiezas a girarla, se invierten los colores. No, la pantalla es IPS y con ángulos más que razonables. Lo que ocurre es que es de 1200 x 800.

¿Os parece poco 1200 x 800?

Estamos acostumbrados a resoluciones Full HD en adelante. A resoluciones absolutamente demenciales en móviles premium, de más de 400ppp… que no valen para nada. Ni aunque no tengáis presbicia como yo y veáis bien de cerca, os servirá de algo tener más de 300ppp. No lo podréis distinguir sin lupa.

Ocurre que, para 8 pulgadas de pantalla, 1200 x 800 son más que suficientes. Son estupendas para leer textos en pantalla, y te van a permitir ver videos HD de youtube (720p).

En quinto lugar por el almacenamiento. 32 gb es lo que te compran 75$, aunque se pueden ampliar por con una tarjeta MicroSD. Aquí hay que andarse con cuidado, porque lo comparten Windows y Android. Eso obliga a poner una tarjeta a poco que quieras instalar en Android o windows, o a usar un conector OTG para usar un pendrive. Pero si tienes cabeza al usarlo, es suficiente.

Termino esta entrega como empecé: me he sorprendido.

Me he sorprendido usándolo con gusto, más allá de la review. Cogiéndolo en vez de mi tablet de 12″, en la cocina, el salón o el autobús. Me he sorprendido descubriendo que un tablet de 8″ con Android y Windows encajan sorprendentemente bien en mi rutina diaria, pese a llevar encima un teléfono de 5.7″. Me he sorprendido al descubrir que 8″ es el sweetspot, el equilibrio perfecto entre portabilidad, usabilidad y legibilidad como equipo auxiliar. Y me he sorprendido usando Android casi todo el tiempo, pero con la tranquilidad de disponer de un Windows que llega a donde no llega Android y que me permite sacar el trabajo o la escritura más elaborada adelante.

Os detallaré todo esto en la siguiente entrega. Os dejo con unas fotos de usos reales del equipo