Si la información que reveló ayer windowsblogitalia es correcta, Windows phone 8 será la primera versión del SO para móviles que compartirá el kernel con el nuevo kernel de escritorio. En los tiempos que corren, en los que otros SSOO convergen hacia la versión móvil, Microsoft rema en dirección contraria. Esto invita a pensar que el uso de los futuros smartphones convergerá con el de los tablets ARM… y con los PCs completos con x86. Más detalles a continuación

Un hecho relativamente poco conocido es que Windows Phone 8 usa el kernel de Windows CE. Si bien la interfaz es una ruptura clara respecto a Windows Mobile 6.5, y de hecho no hay retrocompatibilidad de aplicaciones por esa causa, el kernel es una evolución del kernel anterior. Esto planteaba un problema: no puede haber compatibilidad entre las aplicaciones desarrolladas para Windows 8 metro para ARM y Windows Phone 7 para ARM. Esta divergencia limita las posibilidades de desarrollar en entornos Microsoft en mobilidad; si Windows 8 y Windows 8 phone convergieran no sólo en su metáfora de interfaz de usuario (el mosaico empleado en metro) sino a bajo nivel, el resultado sería un ecosistema unificado desde el bolsillo hasta el escritorio.

Por otra parte, hay que considerar que el precio tremendo de romper la compatibilidad con Windows Mobile 6.5 de momento no ha rentado. Es un paso que Microsoft tradicionalmente no ha dado, lo que limitaba el desarrollo de sus SSOO pero, a cambio, mantenía una biblioteca de software sin equivalente en otros sistemas. Si Microsoft hubiera roto compatibilidad sólo por liberar a los desarrolladores de las limitaciones de la herencia, habría sido una mala decisión… porque habrían llegado demasiado tarde, a un mundo donde el dominio de iOS y Android parece de difícil discusión.

Semejante decisión cobra ahora sentido con la convergencia completa entre Phone y Windows 8 para ARM. El sistema resultante será un subsistema del Windows completo generado a partir del trabajo realizado con MinWin. Como comentaba nada menos que en abril de 2003 el responsable del tecnologías Windows Core, Rob Short, tras el lanzamiento de Windows Server 2003:

Crear una versión de línea de comando implicaría «analizar las capas [de funcionalidades] y qué es lo que está accesible encada capa y cómo podemos hacerlo mucho más cercano a lo que la gente de Linux ya tiene — lograr que sólo se ejecuten las piezas que se necesitan en un momento dado. Eso es una ventaja de Linux, pero estamos recuperando ese terreno perdido. Tendremos una versión de línea de comando, pero está por ver si todas las funcionalidades estarán disponibles. Una gran cantidad de herramientas dependen de la interfaz gráfica. [Visto en Wikipedia]

La evolución de MinWin permitió que Windows 7 fuera más ligero que Windows Vista, y ese camino ha continuado en Windows 8 y que ha llegado a tal estado que permite separar del núcleo de Windows las funcionalidades mínimas para que un smartphone funcione correctamente. Por otra parte, dado que el kernel de Windows 8 es mucho más reciente y avanzado que Windows CE, el rendimiento será superior. Y de la misma forma, la convergencia todavía aumentaría más con la adopción de WinRT, la misma API en la que se va a basar el desarrollo de Windows 8. Afortunadamente, RFOG cubrió en su momento WinRT y C++/CX de forma muy detallada.

Por más que las últimas noticias de Microsoft llamen más la atención para el consumidor final, la compañía de Redmond sigue priorizando al cliente empresarial. Tiene todo el sentido que apueste por un ecosistema completamente unificado, en el que no sólo la metáfora de interfaz sea similar sino que se facilite al máximo que un desarrollo se adapte a un smartphone o un PC. Todas estas fuentes de ahorro y simplificación permitirán que tanto los equipos de los empleados como las distintas piezas de software que mantienen las operaciones de la empresa se integren mejor a todos los niveles, algo muchísimo más importante para el cliente corporativo que para el usuario final.