Microsoft ha vivido desde hace años una situación complicada: si quería mantener su cuota de presencia en los PC, no podía ser estricta en los requisitos de los PC ni, desde luego, tenía voz en lo que se refiere a la calidad final de los productos que salían al mercado. La consecuencia de esto fue que «Vista es un fracaso», por ejemplo, cuando el problema es que se lanzó con algunas máquinas que no habían actualizado sus drivers respecto a XP. Es sólo un ejemplo entre muchos, y parece que puede haber un cambio de rumbo al respecto.

Leo en Liliputing que Microsoft actualiza los requerimientos de hardware para Windows 8.1. Entre otros, las máquinas que monten una antena y chipset wifi estarán obligadas a hacer otro tanto con bluetooth. Por más que sea un caso muy frecuente, la novedad es que ahora será obligatorio. En el mismo sentido, si el dispositivo monta una pantalla, tendrá que montar una cámara frontal de, al menos, 720p.

Todos los dispositivos certificados tendrán que montar TPM 2.0… en 2015. Antes de esa fecha, oiremos los alaridos e imprecaciones de la legión de detractores de Redmond, que alzarán sus voces digitales como no lo han hecho en casos comparables o aún peores con sabor a manzana.

Otro cambio significativo es que, a partir de Windows 8.1, todos los dispositivos basados en ARM deberán montar Precision Touchpads. Yo creo que se ha exagerado bastante sobre los problemas con el touchpad de los laptop con Windows, pero en cualquier caso esto soluciona el problema en buena medida. Los portátiles basados en x86 lo tendrán, de momento, como una opción por parte de Microsoft.

Lo que no tengo claro es si Microsoft puede ir mucho más allá. Cuenta con la ventaja de que las iniciativas de los vendors de introducir equipos con linux han tenido un éxito marginal en el mejor de los casos. Sin embargo, si subieran mucho los requisitos, recortarían los márgenes de los fabricantes que ya tienen que pagar por las licencias de Windows. Es un dilema fascinante: dejar atrás los casos de componentes de bajísima calidad sin enajenar la buena disposición de los vendors.