En un lugar de las Españas, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo abrió un blog un tal Juan Luis, llamado Tinta-e, y que el que suscribe, que no es manco precisamente, conoció tiempo ha (y esta vez no es que no quiera acordarse, es que no puede). Poco a poco el contacto se convirtió en amistad, y ahora, junto a Frank (alias Ctitanic), me ofrece la posibilidad de dar caña sobre Windows 8 y su orientación hacia los tabletos. Y aquí estamos, con la navaja de capar gorrinos (quise decir de Occam) afilada y lista.
Quizás alguno de vosotros me conozcáis, la mayoría posiblemente no. Lo que empezó como una forma de publicar bloques de código y pequeños comentarios se ha convertido en un título de MVP y en casi una pasión todavía mayor que desarrollar en C++: escribir sobre tecnología, y de paso estar a la última en casi todo.
Me catalogo como el switcher a MAC que más rápido volvió a Windows, o el switcher inconcluso, porque no termino de pasarme del todo a las tecnologías de Apple, pero tampoco abandono las de Microsoft (de Linux mejor no hablar)… Cada una tiene su cosa, y cada cosa tiene su una, como si dijéramos.
Y ahora nos viene Microsoft con su Metro y, lo que personalmente me interesa más, que es lo que hay debajo y que permite esa interfaz, así como los cambios en la futura versión de Windows.
Así que acepté y aquí estoy, dispuesto a pinchar donde más duela, y también, por qué no, a alabar lo que de loa florezca. Por eso el título de la entrada, siguiendo la idea del de Ctitanic, me permito parafrasear al insigne español. Avisados estáis.
Vale.
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