Continuando con la serie de experiencias reales, hoy toca otra historia breve sin fotografías.
Una vez a la semana participo de un encuentro de trabajo grupal. Muchas sillas en en gran circulo pero ninguna mesa ni superficie de apoyo.
Como todos los aspectos de mi vida, siempre tomo notas de lo que se conversa. Y siempre son en algún tipo de aparatos, lo cuál me transforma en una especie de extraterrestre de las reuniones.
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